CAPÍTULO 13

 

EL IMPULSIVO PEDRO

 

Cuando pensamos en los doce discípulos del Señor, el que usualmente primero nos viene a la mente es Pedro. En Mateo 10:1-4 tenemos los nombres de los doce apóstoles o discípulos. ¿Cuál es el nombre que aparece primero en la lista? _____________ Cuando leemos los cuatro evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), Pedro parece destacar más que cualquiera de los otros discípulos. Cuando debía decirse algo, era usualmente Pedro el que hablaba. Cuando no era necesario decir algo, usualmente Pedro era el primero que hablaba. No era solamente el primero que HABLABA, sino también el primero que ACTUABA. Como veremos, Pedro siempre era rápido para entrar en acción.

 

Pedro siempre estaba listo para hacer cosas. Desde luego, lo prudente es mirar antes de saltar. Antes de saltar a la piscina es bueno mirar antes y ver si la piscina está llena de agua. Pedro tenía la tendencia de saltar primero y mirar después. Antes de saltar de un avión, es sabio detenerse primero y ver si tienes un paracaídas y si está en buenas condiciones. Pedro, si hubiese vivido en la era de los vuelos, habría saltado primero y luego se hubiese detenido a medio camino para ver si tenía un paracaídas.

 

Pedro también era rápido para decir cosas. Muchas veces hablaba primero y pensaba después. A veces Pedro decía lo correcto, pero a veces decía lo incorrecto. Haga la siguiente concordancia:

 

 

1. _____ Mateo 16:15-16

 

2. _____ Mateo 16:21-22

 

3. _____ Marcos 9:5-6

 

4. _____ Juan 6:67-69

 

 

 

A. Pedro era rápido para decir lo correcto

 

 

B. Pedro era rápido para decir lo incorrecto

 

La Biblia nos dice que debemos ser “prontos (rápidos) para oír, _____________ para _____________, tardos para airarse” (Santiago 1:19). Esto implica que debemos calmarnos y tomar tiempo para pensar antes de hablar y para pensar antes de actuar. Cuando se trataba de hablar o actuar, ¿Pedro era rápido o lento? _________________

 

Hay una palabra que describe a las personas como Pedro. Esta palabra es IMPULSIVO. Una persona impulsiva es una que actúa aceleradamente guiada por impulsos repentinos o emociones repentinas sin detenerse a pensar realmente en  lo que está haciendo. Otra buena palabra que describe a las personas como Pedro es la palabra IMPETUOSO. Esta palabra tiene un significado similar a la palabra “impulsivo.” La palabra “impetuoso” describe a una persona que se caracteriza por actuar de manera súbita y repentina y que habla y se mueve rápido y a la ligera.

 

Considera la siguiente lista de palabras. La mitad de estas palabras describen a una persona impulsiva, impetuosa. Las otras seis palabras describen lo opuesto. Subraya todas las palabras que describen a una persona impulsiva como Pedro:

 

 

 

Calmado

 

Cuidadoso

 

Pausado

 

Lento

 

Apresurado

 

Cauto

 

Rápido

 

Constante

 

Excitable

 

Irreflexivo

 

Precipitado

 

Ligero

 

 

¿Has actuado alguna vez rápidamente, sin pensar? ¿Te ha puesto en apuros esa manera acelerada de actuar? ¿Has hablado ligeramente deseando después no haber dicho nunca lo que dijiste? ¿Te han causado problemas palabras apresuradas? ¿Sabes de otros que han tenido disgustos porque hablaron o actuaron demasiado acelerados sin pensar en lo que estaban haciendo?

 

¿Hay momentos en que tenemos que actuar rápido? Si un niño pequeño corre a una calle con mucho tráfico, ¿debemos pasar cinco minutos  pensando en lo que debemos hacer? Si tu profesor en el colegio te pide hacer una diligencia, ¿debes decir, “Concédame diez minutos para pensar si debo o no hacer eso?” No, debemos ser prontos para obedecer y debemos obedecer al instante. Debemos estar listos para ayudar a los que están necesitados y a los que están en peligro. Si alguien te pregunta si eres cristiano, no debería tomarte una semana para contestar esa pregunta. Debemos estar prontos a confesar al Señor Jesús como nuestro Salvador y Señor (Romanos 10:9-10). ¿Puedes pensar en otras ocasiones en las que es bueno ser rápido para actuar y rápido para hablar?

 

Una persona impulsiva a menudo es rápida de manera incorrecta. Se apresura demasiado. Debe aprender a mirar antes de saltar. Tiene que aprender a tomarlo con calma, de buena manera, y no hacer algo porque repentinamente lo siente así. Pedro tuvo que aprender esto, y nosotros también.

 

Aprendamos de Pedro. Pedro aprendió algunas valiosas lecciones de sus propios errores. El Señor ha registrado varias de estas cosas en Su Palabra, la Biblia, para que nosotros también podamos aprender estas lecciones. Demos una mirada a ciertos diferentes eventos en la vida de Pedro que muestran su IMPULSIVIDAD:

 

1) Una Caminata sobre el Agua (Mateo 14)

 

Supongamos que nunca antes has practicado esquí acuático. Un día el dueño de una lancha a motor te lleva a ti y a cuatro de tus amigos en su lancha al centro de un gran lago. Luego les pregunta a todos, “¿Les gustaría probar esquí acuático?” Sin siquiera contestar, te tiras al agua con un gran salto. Cuando tu cabeza asoma a la superficie, gritas, “ESTOY LISTO, LÁNZAME LA CUERDA.” Por supuesto, olvidaste ponerte el salvavidas y hasta olvidaste que necesitas esquíes. ¿Es  eso lo que harías? Si Pedro hubiese sido uno de tus amigos que estaban en la lancha, él habría hecho algo como eso.

 

Otros son más lentos y más prudentes y cautelosos. Pueden reflexionar así, “¿Realmente quiero tratar de hacer esto? ¿Y si me lastimo? ¿Y si no puedo hacerlo? ¿Y si me caigo y me lastimo? Me gustaría probar,  pero no quiero ser el primero. Disfrutaré del paseo en lancha y miraré mientras los otros prueban.” ¿Qué de ti? ¿Eres rápido o lento para estas cosas? ¿Es bueno ser intrépido? ¿Por qué? ¿Es bueno ser cauto? ¿Por qué? ¿No es mejor ser intrépido y cauto?

 

Pedro tenía mucha valentía pero, a veces, poca cautela. Lee Mateo 14:24-27. Los discípulos habían estado luchando en medio de un lago tormentoso durante las horas previas al amanecer. Luego vieron  repentinamente a una persona caminando sobre el agua. Primero pensaron que era algo así como un “espíritu” o fantasma, pero Jesús se identificó rápidamente y dijo, “Soy yo, no ____________ (Mateo 14:27).

 

Cuando se dieron cuenta de quién era, ¿quién fue el primer discípulo que dijo algo (Mateo 14:28)? _______________ ¿Qué quería hacer?

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Ninguno de los otros discípulos pensó en hacer tal cosa. Si tú hubieses estado en esa barca, ¿habrías dicho y hecho como Pedro? ¿Habrías abandonado la seguridad de la barca? Recuerda que la tormenta aún arreciaba (ver v.32). Pedro no anduvo sobre un mar tranquilo y en calma.

 

¿Pedro se lanzó a andar sobre el agua o esperó hasta que el Señor le dijo que lo hiciera (Mateo 14:28-29)? _______________________________________ A veces la gente se encuentra en problemas porque tratan de hacer algo que Dios nunca les ha dicho que hagan. Pedro no fue culpable de esto. Sabía lo suficiente como para no pisar el agua a menos que el Señor le diera la orden de hacerlo.

 

Con mucha valentía y fe Pedro salió de la barca al agua. Pedro era impulsivo y pronto para actuar. Si se hubiese detenido a pensar, probablemente habría cambiado de parecer. Es como un grupo de hombres que trata de lanzarse en paracaídas por primera vez. Ahí están, en medio del cielo y la puerta del avión se abre. ¿Quién será el primero? Mientras más lo piensa cada hombre, menos deseoso está para saltar. En algunos casos incluso necesitan que alguien los empuje, porque de otro modo nunca saltarían.

 

Pedro no necesitó que alguien lo empujara. El actuó primero y lo pensó después. Y cuando Pedro comenzó a pensar, pensó mal. El pensó en el V________ (Mateo 14:30) y en las olas y repentinamente la fe dio lugar al temor y comenzó a _________________ (Mateo 14:30). El TEMOR y la FE no pueden ir juntos. Cuando uno viene, el otro se va. Pedro comenzó con FE (sus primeros pasos) pero terminó con TEMOR y el Señor tuvo que salvarlo. Debió haber continuado como comenzó.

 

Pedro cometió muchos disparates y desatinos en su vida, pero el Salvador siempre estaba allí para levantarlo. Pedro fue lo suficientemente torpe como para cometer desatinos, pero lo suficientemente hábil como para aprender de ellos. Que Dios nos ayude a aprender de nuestros errores y fracasos.

 

2) Pedro Recrimina al Señor (Mateo 16)

 

En tu colegio, ¿hay un alumno (o alumna) que es siempre el primero en levantar su mano? Esta persona siempre piensa que tiene la respuesta a las preguntas del profesor y siempre es rápido para levantar la mano y hablar. ¿Eres así o eres lento para levantar tu mano? Algunos alumnos son tímidos e introvertidos y nunca levantan la mano y esperan que el profesor nunca les pregunte. ¿Esto es bueno?

 

Pedro era un discípulo o alumno del Señor Jesucristo. Sentado en la sala de clases de la vida con los otros discípulos, casi siempre era el primero en levantar la mano. Casi siempre era el primero en hablar y responder. A veces tenía la respuesta correcta, pero otras veces su respuesta estaba completamente errada.

 

El Señor Jesús hizo a todos los discípulos la pregunta que se encuentra en Mateo 16:15. ¿Quién fue el primero en responder (Mateo 16:16)? _____________ ¿Fue correcta la respuesta? ______ ¿Cómo supo Pedro la respuesta correcta (Mateo 16:17)? _______________________________________________

 

Luego después que Pedro diera esta respuesta correcta, el Señor dio un anuncio muy importante sobre lo que le sucedería (leer Mateo 16:21). ¿Quién fue el primero en hablar después de este anuncio (Mateo 16:22)? _____________ ¿Pensó el alumno que sabía más que el Profesor? ______ ¿Estaba Pedro de ACUERDO con lo que dijo Su Maestro o CONTRADIJO la dicho por su Maestro? _______________

Cuando Dios dice algo que no nos gusta o que no entendemos, es mejor permanecer callado o decir en oración, “Señor, hay muchas cosas que no entiendo, pero yo se que Tú entiendes y que Tú estás haciendo lo que es mejor. Qué se haga TU VOLUNTAD y no la mía.” ¿Pedro dijo esto? ______

 

Cuando Pedro contestó correctamente, ¿quién ayudó a Pedro a dar la respuesta correcta (Mateo 16:16-17)? ________________ Cuando Pedro contestó mal, ¿quién ayudó a Pedro a dar la respuesta mala (Mateo 16:22-23)? __________________ El diablo puede usar nuestra prisa y nuestra precipitación y nuestras palabras imprudentes. Somos muy rápidos para hablar sin tino cosas que nunca debieron haberse dicho.

 

El Señor dijo que ÉL tenía que sufrir y morir y Pedro le reconvino por decir eso. El Señor fue paciente con Pedro y le enseñó por medio de sus errores. Es interesante que más adelante en su vida la actitud de Pedro cambiara totalmente. Cuando escribió el libro de 1 Pedro los sufrimientos y la muerte de Cristo eran muy PRECIOSAS para él. ¿Puedes encontrar versículos en el libro de 1 Pedro que mencionan los sufrimientos y la muerte de Cristo y lo mucho que esto significaba para Pedro?

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3) Cuando no Sabemos qué Decir (Marcos 9)

 

¿Has estado en una situación en que sencillamente no sabías qué decir? ¿Qué debe hacer una persona en esa situación? Cuando no sabes que decir, por lo general es mejor no decir nada. No decir nada es mejor que decir algo tonto atolondradamente y sin pensar.

 

Pedro estuvo en una situación en que no sabía que decir (Marcos 9:2-6). Con sus propios ojos vio al Señor transfigurado y también vio a Elías y a Moisés que aparecieron junto al Señor. La Biblia dice que Pedro “_____ sabía lo que _______________” (Marcos 9:6). Pedro parecía actuar según esta filosofía: “Cuando no sabes qué decir, di algo de todas maneras.” Exactamente eso es lo que Pedro hizo. Hizo una rápida y tonta declaración (ver Marcos 9:5). El comentario de Pedro estaba errado en dos sentidos: 1) Puso a Moisés y a Elías al mismo nivel con el Señor. Ni el mejor hombre debe ser puesto nunca al mismo nivel del impecable y perfecto Hijo de Dios, 2) Quería quedarse en el monte, lo cual ciertamente no era la voluntad de Dios para Pedro ni para el Señor que había descendido para comenzar Su camino a la cruz. NOTA: Pedro aprendió de esto y más adelante en su vida dijo algunas cosas muy acertadas sobre la transfiguración (2 Pedro 1:16-19).

 

Pedro no sabía que decir, de modo que igual dijo algo. No debió haber dicho nada. Alguien dijo esto sobre la persona que no sabe que decir: “Si no dice nada, la gente pensará que es un ignorante; si dice algo, lo demuestra.” Que Dios nos ayude a saber que decir, cuándo decirlo y cómo decirlo.

 

4) ¿Debería Pedro Dejar que el Señor Lavara sus Pies? (Juan 13)

 

En Juan capítulo 13 vemos que el impulsivo Pedro es acelerado para hablar dos veces y ambas veces dice lo equivocado. La gente impulsiva a veces se va a los extremos. Para ellos es TODO o NADA. Parece que no pueden encontrar el feliz término medio.

 

El Señor Jesús quería usar el lavamiento de pies como ilustración de cómo Dios perdona los pecados de Sus hijos cuando ellos le confiesan sus pecados (ver 1 Juan 1:9). Leer Juan 13:4-8. ¿Dijo Pedro lo correcto? ______ ¿Quería Pedro que el Señor lavara sus pies? ______ El dijo, “N___ me lavarás los pies ___________” (Juan 13:8). Pedro habló muy pronto. Pedro tenía que aprender una importante lección espiritual: El Señor Jesús no puede tener parte (comunión, compañerismo) con un creyente que tiene los pies sucios. Cuando hay pecado en nuestras vidas no podemos estar en comunión con Dios hasta que venimos a ÉL por limpieza de acuerdo con 1 Juan 1:9. De modo que la observación de Pedro era torpe y errada y sería como si un creyente dijera, “Señor, me niego a confesarte mis pecados y no quiero venir a Ti para que me limpies.”

 

Lee ahora Juan 13:9. Para Pedro cada cosa es TODO o NADA. Ahora quiere un BAÑO completo. Quiere que Jesús lo lave desde los pies hasta la cabeza. Primero no quería ninguna limpieza y ahora quiere que todo su cuerpo sea lavado. Nuevamente, Pedro es acelerado para hablar y acelerado para decir lo equivocado. Todo creyente está LIMPIO (Juan 13:10) y cada creyente ha tenido un BAÑO DE SALVACIÓN completo. Todos los pecados del creyente han sido lavados y perdonados. Los creyentes necesitan confesar sus pecados para mantenerse en comunión con el Señor, pero los creyentes no tienen que ser salvos nuevamente. El segundo comentario de Pedro era torpe y estaba mal y sería como que el creyente dijera, “Señor, he pecado como cristiano y por eso necesito ser salvo nuevamente.” ¿Es esto así?

 

El Señor ha usado las palabras equivocadas de Pedro para enseñarnos lecciones muy importantes sobre la vida cristiana y cómo un creyente debe tratar con el pecado.

 

5) “Nunca Haré tal Cosa, Señor” (Mateo 26)

 

Alguien ha dicho sabiamente, “NUNCA DIGAS NUNCA.” Los que confiadamente dicen que NUNCA harán algo, muchas veces terminan haciendo exactamente lo que dijeron que nunca harían. Comparar 1 Corintios 10:12.

 

Leer Mateo 26:31-35. El señor estaba hablando a todos los discípulos, pero ¿quién fue rápido para decir algo? ______________ ¿Qué dijo que NUNCA haría (vs.33 y 35)? ____________________________

¿Terminó Pedro haciendo lo que dijo que nunca haría? _______ ¿Has prometido alguna vez a tus padres, a otros o a ti mismo que nunca harías cierta cosa, para solo terminar haciendo lo que pensabas que nunca harías?

 

Es importante tener la confianza correcta. Pedro tenía mucha confianza en sí mismo, PERO SE DEJÓ CAER. Dios nunca nos fallará pero nosotros muchas veces nos fallamos a nosotros mismos. Considera lo siguiente:

 

1) “NO PUEDO HACER NADA.” Esta persona no tiene confianza.

 

2) “PUEDO HACER TODAS LAS COSAS.” Esta persona tiene auto confianza (como Pedro).

 

3) LEE FILIPENSES 4:13. Esta persona tiene CONFIANZA EN CRISTO.

 

¿Qué clase de CONFIANZA NECESITAS TENER?

 

6) Pronto Para Empuñar la Espada (Juan 18)

 

El Señor Jesús estaba siendo arrestado la noche antes de ser crucificado. ¿Cuál discípulo acudió audaz y valientemente para rescatar al Señor (Juan 18:10)? ______________ ¿Necesitaba el Señor realmente la ayuda de Pedro (Mateo 26:53)? _______ ¿Estas legiones de ángeles habrían hecho un mejor trabajo que Pedro? _______ Admiramos a Pedro por su coraje y fervor, pero nos entristece pensar que su fervor era un fervor precipitado (“celo sin conocimiento”) y que el valiente Pedro luego sería un completo COBARDE (ver Juan 18:17).

 

El Señor era paciente con Pedro y nunca se dio por vencido. Como 53 días después Pedro tomó una vez más una espada y la usó contra los enemigos de Cristo, y esta vez tuvo éxito. Esta vez su espada hizo mucho más que cortar una oreja. Penetró profundamente en los corazones de miles de personas. Leemos esto en Hechos 2:14, 36, 37, 38, 41. En Hechos 2:37 la palabra “COMPUNGIERON” significa “perforar, atravesar.” Estas personas tenían “EL CORAZÓN TRASPASADO.” La espada que Pedro usó está descrita en Hebreos 4:12. ¿Cuál fue su espada? _____________________________________

 

7) Listo Para Actuar (Juan 20-21)

 

Veamos brevemente dos ejemplos más que nos muestran el carácter impulsivo de Pedro. El primero se encuentra en Juan capítulo 20, cuando Pedro y Juan fueron a la tumba el primer Domingo de Resurrección. Ambos, Pedro y Juan corrieron a la tumba. ¿Cuál discípulo fue más rápido (Juan 20:4)? _________ ¿Entró a la tumba (Juan 20:5)? ______ Juan, permaneció pensativo a la entrada. Momentos después llegó Pedro. ¿Pedro se detuvo pensativamente a la entrada del sepulcro? ______ ¿Qué hizo él (Juan 20:6)? _____________________________________ Pedro siempre estaba listo para actuar.

 

Más tarde, siete de los discípulos salieron a pescar en una barca en el Lago de Galilea (mar de Tiberias). Temprano en la mañana les apareció en la playa el Señor Jesús resucitado. Juan, el discípulo sensitivo y considerado, fue el primero en reconocer que era Jesús (ver Juan 21:7). ¿Qué hizo Pedro tan pronto como supo quién era (Juan 21:7)? __________________________________________ Pedro no perdía el tiempo. Siempre estaba listo para actuar.

 

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Ser rápido y acelerado e impulsivo nos puede meter en problemas. La vida previa de Pedro (antes de Pentecostés) ilustra esto una y otra vez. Al mismo tiempo hay mucho que admirar en personas como Pedro. Necesitamos hombres y mujeres y jóvenes que estén listos para actuar para el Señor y que estén preparados para hablar por ÉL. Necesitamos gente que voluntariamente sirvan al Señor. Necesitamos gente que esté dispuesta a actuar—lista para obedecer la voluntad de Dios y lista a obedecer a Cristo de inmediato. Demos gracias a Dios por la energía y el celo y la fuerza que nos ha dado y que usemos  cuidadosa, cauta y calmadamente cada onza de energía para nuestro Salvador que todo lo dio por nosotros.

 

Desde el día de Pentecostés (Hechos 2), Pedro llegó a ser uno de los predicadores más grandes que ha tenido la iglesia.