1 CORINTIOS 13:8 Y LOS
DONES TEMPORALES
Los dones
espirituales enumerados por Pablo en 1 Corintios 12:8-11 están agrupados en
tres categorías.
Categoría 1
Palabra
de sabiduría
Palabra
de ciencia
Categoría 2
Fe
Dones
de sanidades
Hacer
milagros
Profecía
Discernimiento
de espíritus
Categoría 3
Géneros
de lenguas
Interpretación
de lenguas
En el
capítulo siguiente se mencionan nuevamente tres de estos dones, donde Pablo
habla de la permanencia del amor:
El amor
nunca deja de ser; pero las profecías
se acabarán, y cesarán las lenguas,
y la ciencia acabará (1 Corintios 13:8).
Pablo
seleccionó un don de cada categoría. ¿Es posible que la intención de Pablo
fuera que un don representara a toda la categoría? En las Escrituras, a menudo
la parte es puesta por el todo, esto es una figura del lenguaje llamada
“sinécdoque”. En vez de enumerar diligentemente todos los dones, lo que ya
había hecho en el capítulo anterior, Pablo podría haber enumerado fácilmente un
don para representar a de cada una de las tres categorías.
Si esta
interpretación es correcta, entonces lo que Pablo dice de cada don, sería
cierto respecto a todos los dones de la categoría. Por ejemplo, si las lenguas
cesarían, entonces es obvio que también tendría que cesar necesariamente el don
de interpretación. Una vez que cesara el don de lenguas, ya no habría necesidad
de interpretación. De modo que, de acuerdo con 1 Corintios 13:8, los dones de
las categorías 1 y 2 acabarían (se harían inoperativos), y los dones de la
categoría 3 cesarían. Por lo tanto, todos los dones enumerados en 1 Corintios
12:8-11 deberían ser considerados dones temporales.
Los dones
de sabiduría y ciencia eran dones reveladores que eran necesarios en los días
antes de que el Nuevo Testamento estuviera completo (cf. 1 Corintios 13:2).
Imagina una iglesia local de hoy tratando de sobrevivir sin las Escrituras del
Nuevo Testamento como modelo y guía. La ciencia y la sabiduría divinas eran
esenciales en el período de la infancia de la Iglesia primitiva. Hoy día, “toda
verdad” que es necesaria para el andar piadoso de los creyentes está registrada
en las páginas de la Biblia, que está completa (cf. Juan 16:13).
La segunda
categoría contiene varios dones particulares –fe, sanidad, milagros, profecía y
discernimiento de espíritus. Ciertamente, una vez que la profecía acabó (1
Corintios 13:8), ya no había necesidad del discernimiento de espíritus. Si ya
no había verdaderos profetas, no hacía falta mucho discernimiento para
reconocer al falso.
El
carácter temporal de los dones milagrosos (don de sanidades y de milagros) se
explica en Hebreos 2:3-4:
“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La
cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por
los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios
y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.”
Estos
dones milagrosos fueron dados para autenticar y confirmar la palabra de los
apóstoles (cf. Marcos 16:17, 20).
La mayoría
de los comentadores están de acuerdo en que el don de fe era una fe especial
“para obrar milagros” o para “obrar prodigios” (cf. 1 Corintios 13:2; Mateo
17:19-20; 21:21). El don de fe, que poseen solo algunos creyentes, no debe ser
confundido con la fe como una virtud cristiana (1 Corintios 13:13) que posee
cada creyente. La fe que “obra milagros” está bien ilustrada en la curación del
cojo en Hechos 3:
“Y por la fe
en Su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado Su nombre,
y la fe que es por ÉL ha dado a éste
completa sanidad en presencia de todos vosotros” (Hechos 3:16; cf. Hechos 6:8).
Pedro
había recibido un especial don de fe para confiar en Cristo para este notable
milagro.
Cuando los
dones de sanidades y milagros acabaron, ya no había necesidad de un especial don
de fe “obradora de milagros”. De modo que todos los dones de la categoría 2
acabaron antes de finalizar el primer siglo.
Como este
estudio ha sugerido, los dones de ciencia, lengua y profecía (1 Corintios 13:8)
son representativos de las tres categorías de dones. Si esto es así, entonces
se sigue que los nueve dones enumerados en 1 Corintios 12:8-11 eran dones
temporales y han cesado o acabado durante el período apostólico.