El Misterio de la Piedad (1 Timoteo 3:14-16) y la ASAMBLEA LOCAL De Creyentes |
I. El Problema del
Contexto
Cuando el intérprete lee 1 Timoteo 3:15, la grandeza y prominencia
de la asamblea local cobra mucha importancia ante sus ojos. Se dice de la
iglesia que es la casa de Dios, la asamblea del Dios viviente, columna y
baluarte de la verdad. Sin embargo, al llegar al versículo 16, hay un aparente
cambio en el pensamiento. El Apóstol Pablo está revelando un gran misterio. Es
más, este misterio se relaciona obviamente con el Señor Jesucristo: Su vida
encarnada y Su ministerio.
¿Qué relación hay entre la iglesia (v.15) y el misterio
(V.16)? ¿Por qué escribió Pablo el versículo 16 después de escribir el
versículo 15? ¿Por qué cambió el tema de Pablo aparentemente de la iglesia (v.15) a Cristo (v.16)? ¿Cuál es la relación entre
la asamblea local de creyentes y el “misterio de la piedad”? ¿En que sentido se
relaciona y aplica este gran misterio a la iglesia?
II. La
Solución del Problema como es Entendido Generalmente
Los comentaristas que se ocupan del problema del contexto
(muchos no lo hacen), incluyendo los comentaristas dispensacionalistas, están
casi universalmente de acuerdo en que la solución se encuentra igualando el
“misterio de la piedad” (v.16) con “la verdad” (v.15). Con esta interpretación
“el misterio” consiste en la verdad respecto a Cristo como se expresa en las
seis frases “del himno” (v.16), especialmente la verdad de Su encarnación. De
modo que ellos dicen que el v.16 se refiere exclusivamente a Cristo y que solo
se aplica indirectamente a la iglesia en el sentido de que la iglesia, como
pilar y baluarte de la verdad, es responsable de sostener y defender los
gloriosos hechos del Cristo encarnado.
III. La
Solución del Problema cuando es Interpretado Dispensacionalmente
El Apóstol Pablo ha definido clara y cuidadosamente lo que
es un “misterio” en el Nuevo Testamento en cuatro pasajes (Ef.3:4-5; Ef.3:9;
Col.1:26-27; Rom.16:25-26, y comparar Mateo 13:35). La definición que se puede
deducir de estas cuatro referencias es como sigue:
Un misterio del Nuevo Testamento es algo que estaba
oculto, que estaba guardado en secreto, que no se había dado a conocer a los
hombres en generaciones anteriores (antes de la generación de Pablo), pero que
fue manifestado y revelado en los tiempos del Nuevo Testamento a y por los
apóstoles y profetas del Nuevo Testamento.
En vista de esta definición bíblica, ¿cómo puede la
Encarnación de Cristo ser el gran misterio de 1 Timoteo 3:16, siendo que el
hecho de la Encarnación fue revelado claramente en el Antiguo Testamento? El
hecho de que el Mesías se manifestaría en carne no era ningún secreto para
quienes entendían y creían en su Antiguo Testamento (Isaías 7:14; 9:6;
Jer.23:5-6; Miqueas 5:2; Mateo 2:4-5, etc.). Pero el hecho de que en esta edad
presente Cristo esté manifestándose en un cuerpo, es la verdad que hacía
estremecer de emoción el corazón de Pablo (Col. 1:27; Ef.1:22-23). La
Encarnación de Cristo aplicada a la Iglesia, ciertamente que es un gran misterio.
Hay al menos seis razones para sugerir que las
afirmaciones concernientes a Cristo en 1 Timoteo 3:16 se aplican directamente a
la Iglesia:
IV. Cómo
se Aplica a la Iglesia el Misterio de la Piedad
Las seis frases que se encuentran en el versículo 16
pueden ser analizadas como sigue:
1. Cristo fue
manifestado en carne.
El Dios viviente fue hecho carne (Juan 1:14) y se dio a conocer a Sí Mismo en y
por medio de un cuerpo (Juan 1:18). De igual modo, Dios el Hijo se está
manifestando a Sí mismo en y por medio de Su Cuerpo que está en la tierra
(Ef.1:22-23; Col.1:24-27). Cuando el cuerpo local y visible de Cristo permanece
saludable (Ef. 4:12-16), se conduce de una manera piadosa y funciona de acuerdo
con el modelo bíblico (1 Timoteo 3:1-15), lo siguiente será cierto:
a. La VIDA de Dios se manifestará en y por medio de la
Iglesia (Col.1:27).
b. La SABIDURÍA de Dios se manifestará en y por medio de
la Iglesia (Ef.3:10).
c. El PODER de Dios se manifestará en y por medio de la
Iglesia (Ef.3:20).
d. La GRACIA de Dios se manifestará en y por medio de la
Iglesia (Ef.2:7).
e. La VERDAD de Dios se manifestará en y por medio de la
Iglesia (1 Ti. 3:15).
f. El AMOR de Dio se manifestará en y por medio de la
Iglesia (Juan 17:23).
g. La GLORIA de Dios se manifestará en y por medio de la
Iglesia (Ef.3:21).
2. Cristo fue
justificado (declarado
justo, vindicado) en el Espíritu.
Durante Su ministerio terrenal, Cristo fue vindicado por el Espíritu de Dios.
Sus milagros y señales fueron hechos por el poder del Espíritu (Mateo 12:28),
dando indudable evidencia de que Cristo era todo lo que ÉL aseguraba ser. La
final reivindicación de Cristo tuvo lugar cuando ÉL fue levantado de los
muertos (Rom.1:4). De igual manera, Dios el Espíritu Santo está vindicando al
Cristo Resucitado en y por medio de la Asamblea, convenciendo al mundo de que ÉL,
en verdad, es el Justo (Juan 16:7-11; nótese
especialmente el versículo7 que asocia este ministerio de vindicación y
convencimiento con la venida del Espíritu el día de Pentecostés).
3. Cristo fue visto
por los ángeles.
Durante Su vida y ministerio terrenal el Dios-hombre fue el centro mismo del
interés, atención y curiosidad de los ángeles. Se maravillaban de su santo
Señor (Isaías 6:1-4; cf. Juan 12:41) cuando se humilló a Sí Mismo (Fil.2:5-8) y
fue hecho poco menor que los ángeles, para que ÉL pudiese gustar la muerte por
todos los hombres (Hebreos 2:9). Sin embargo, hoy día es la Iglesia la que ha
llegado a ser el espectáculo del universo y el centro de la observación angélica. Dios está dando a
conocer ahora a los principados y potestades Su multiforme sabiduría y gracia por medio de la Iglesia (Ef.3:10; 2:7;
cf.4:9; 11:10). El Dios viviente está usando a la Iglesia para enseñar a los
ángeles acerca de Sí Mismo.
4. Cristo ha sido
predicado entre los gentiles y la responsabilidad y privilegio de dar a conocer las
inescrutables riquezas de Cristo ha sido encomendado a la Iglesia. Aunque el
evangelio fue conocido en edades anteriores (Rom. 1:1-4; Gálatas 3:8), hay un
aspecto de “misterio” del evangelio que era desconocido en otras épocas, pero
que ahora, en esta época, constituye el corazón mismo de la predicación del
evangelio. Los pasajes que describen el “misterio del evangelio” son los
siguientes: Romanos 16:25-26; Efesios 3:5-8; 6:19 y Colosenses 1:27; 4:3. Nuestro
mensaje distintivo hoy es que tanto judíos como gentiles pueden creer el
evangelio y ser unidos en un Cuerpo
(1 Co.12:13) con el propósito de manifestar y dar testimonio de Cristo quien es
la Cabeza soberana de este singular organismo.
5. Cristo fue creído
en el mundo y es
el glorioso privilegio de la Iglesia de dar testimonio de Cristo como el único
objeto de fe. El Señor Jesús oró por la unidad de la Iglesia con el propósito
de “que el mundo crea que Tú me enviaste” (Juan 17:21). Si la iglesia se
desempeña de acuerdo a la piedad (1 Ti.3:15) y es edificada (Efesios 4:12-16),
los incrédulos serán convencidos cuando vean que el Dios viviente es
manifestado en la asamblea (ver 1
Co.14:24-25; cf. Col.1:27 y el propósito de Juan como testigo en Juan 1:7).
6. Cristo fue
recibido arriba en gloria cuando ÉL fue llevado al cielo en la Ascensión. Esto marcó el término
del ministerio y testimonio terrenal del Señor. De igual modo, el ministerio y
testimonio de la Iglesia también tendrá un punto final: “Cuando Cristo, vuestra
vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en
gloria” (Col.3:4; ver también el
comentario del “misterio” en 1 Co. 15:51-52 y comparar Ap.12:5 con 1 Ts.4:17
donde se usa por Ascensión de Cristo la misma palabra que para el Rapto de la
Iglesia). En realidad, de acuerdo con Hechos 1:1-2, la Ascensión de Cristo
no marcó el final del ministerio y testimonio de nuestro Señor, sino más bien,
sólo el
comienzo. Es la Iglesia la que continua con el testimonio (Hechos 1:8)
y con la enseñanza (Mateo 28:20) del Señor resucitado, quien es la Cabeza del
Cuerpo, Dios bendito por los siglos.
Las seis frases que se encuentran en 1 Timoteo 3:16,
aplicadas a la Iglesia, pueden resumirse brevemente como sigue:
1. Manifestado en
carne – Dios el
Hijo manifestándose a SÍ Mismo en y por medio de Su Cuerpo que está en la
tierra (Co. 1:24-27; Efesios 1:22-23).
2. Justificado en el
Espíritu – Dios
el Espíritu vindicando al Cristo resucitado en y por medio de la Asamblea (Juan
16:7-11).
3. Visto de los
ángeles – Dios el
Padre dando a conocer SU multiforme sabiduría y gracia a los principados y
potestades por medio de la Asamblea (Efesios 3:10; 2:7).
4. Predicado a los
gentiles – La
Asamblea dando a conocer el misterio del evangelio entre todas las naciones
(Efesios 3:5-8; Rom. 16:25-26).
5. Creído en el
mundo – La
Asamblea actuando como un testigo piadoso ante el mundo (Juan 17:21; 1 Co.
14:24-25).
6. Recibido arriba
en gloria – La
Asamblea siendo recibida en gloria en el Rapto de la Iglesia (Col. 3:4; 1
Corintios 15:51-52).
De modo que Pablo traza en el versículo 16 el propósito,
el testimonio, el mensaje y el destino de la Iglesia. Cuando se entiende
correctamente, 1 Timoteo 3:16 provee el resumen más completo de los aspectos
“misterio” de la verdad en cuanto a la iglesia que pueda encontrarse en el
Nuevo Testamento. Debería notarse también que esta sección (1 Timoteo 3:14-16)
es el pasaje clave en el libro de 1 Timoteo y que nos dice el motivo por el
cual fue escrita la epístola. Y recuerde, el tema dominante de 1 Timoteo es la iglesia local – su doctrina, su
adoración, su organización, sus oficiantes, su disciplina, sus enemigos y su
conducta.
Esta interpretación resuelve el problema cronológico. Es
decir, ¿por qué mencionó Pablo primero el “predicar” y el “creer” antes que la
Ascensión de Cristo? Cristo no fue “predicado entre las naciones” hasta después
de la Ascensión.
Las seis frases en 1 Timoteo 3:16 tienen a “DIOS” (o a “Cristo”)
como sujeto, pero el significado de estas frases tienen una aplicación directa
a la iglesia local. Por lo cual, lo
que tenemos aquí es una serie de seis paralelismos, en la cual el desempeño
actual de la iglesia local es análogo al de nuestro Señor Jesús en los días de
Su carne. Esto armoniza totalmente con las claras declaraciones de Juan 20:21;
17:18 y Hechos 1:1-2, que indican que el testimonio y ministerio de nuestro
Señor en la tierra sería continuado con un ministerio similar por parte de la Iglesia.
La muerte de Cristo no se menciona en 1 Timoteo 3:16. La
muerte de Cristo es ciertamente de la mayor importancia para la Iglesia, porque
Dios compró la Iglesia con Su propia sangre (Hechos 20:28). Pero el énfasis en
1 Timoteo 3:16 es sobre la vida y el testimonio del Señor Jesucristo y, por
aplicación, la vida y el testimonio de la Iglesia; de modo que se explica
fácilmente la omisión de declaración alguna sobre la muerte de Cristo.
¿Hace Latir tu Corazón la
Verdad en cuanto a la Iglesia?
¿Vemos a la Iglesia como Dios la ve? ¿Te emociona la
verdad sobre la Iglesia igual como emocionaba a Pablo? ¿Oras fervientemente
para que el Señor abra los ojos de tu entendimiento para que puedas ver cuán
preciosa es la Iglesia para Cristo (Efesios 1:18)? ¿Has descubierto cuáles son
las riquezas de la gloria de este misterio (Colosenses
1:27)? ¿Eres un integrante pleno y un miembro activo de un cuerpo local de
creyentes (Efesios 4:12-16)? ¿El Cristo morador es manifestado en tu asamblea
(1 Co. 14:25)? ¡Que viéramos a la asamblea como Dios la ve! Confesemos y
convengamos con Pablo: “¡GRANDE ES EL MISTERO DE LA PIEDAD!”
(George W. Zeller, 1975; revisado 1998)
Para otro análisis sobre “MISTERIO” ver nuestros apuntes
en Romanos Capítulo 16
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