CAPÍTULO 2
¿Cómo Me Ven los Demás?
¿Cómo me ven
los demás? Cuándo la gente me mira, ¿se impresiona? ¿Se horroriza? ¿Se
divierte? ¿Se asombra? ¿Está encantada? ¿Se deprime? ¿Siente envidia? ¿Es
indiferente? ¿Me aprecia? Si pudiera mirarme a través de sus ojos, ¿qué vería?
La mayoría
de la gente se preocupa de cómo los ven los demás. Cada día pasan algún tiempo
delante del espejo. Piensan bastante en qué ropa usar. Se hacen esfuerzos para
tener una buena apariencia ante los demás.
¿Cómo te
gustaría que te vieran tus amigos y compañeros cuando despiertas en la mañana?
Supongamos que estuvieras enfermo y tuvieras que quedarte en casa donde solo te
vieran los miembros de tu familia. ¿Estarías más preocupado de tu apariencia
personal o menos preocupado? ¿Por qué?
EL DESEO DE SER VISTO
Lo más
probable es que yo sea una persona que desea ser vista y tomada en cuenta por
los demás. Deseo ser reconocido y apreciado. No quiero ser ignorado, ni ser
pasado por alto o mirado en menos. A nadie le gusta ser nadie. Todos quieren
ser considerados como alguien importante, y ser respetado y honrado.
Además, está
el deseo de llamar la atención. ¿Cómo puedo lograr que los demás tomen nota de
mí? ¿Cómo puedo lograr que pongan sus ojos en mí? ¿Cómo puedo lograr que fijen
su mirada en mí?
El problema
se produce cuando los hombres y las mujeres tratan de llamar la atención de
manera equivocada. Por ejemplo, una joven puede vestirse de una manera que llame
la atención hacia su cuerpo (su forma y figura) de manera indecente, lo que
puede ser un problema y tentación para los hombres. Lo que ella está diciendo
realmente es, “Mírenme. Miren mi cuerpo.” Esto se llama falta de modestia (no
ser modesta). La Biblia requiere que las mujeres y jóvenes cristianas se vistan
con modestia. Uno de esos mandamientos se encuentra en 1 Timoteo 2:9, un
versículo que contiene tres palabras clave:
1) Ropa
decorosa=bien arreglada, ordenada, de buen gusto. Una mujer o niña debe
arreglarse bien, vestirse con decoro y buen gusto. Debe tratar de verse
atractiva sin ser provocativa.
2) Pudor=vestirse
con recato, discreción y dignidad. Esta palabra describe a una mujer o
joven que se avergonzaría de exhibir su cuerpo ante los ojos de hombres
lujuriosos. Ella desea que en ella se vea la hermosura del Señor Jesús.
3) Modestia=sobriedad,
buen juicio. Esta palabra indica que la mujer cristiana debe ser cuidadosa en
la elección de su vestimenta. Vestir con sencillez, moderación y decoro según
la ocasión. Debe mostrar buen gusto en la ropa que usa, sin llamar la atención.
En cuanto a la moda, debería seguir el consejo, “No seas la primera en usar lo
nuevo ni la última en dejar lo antiguo.”
En otras
palabras, no llames la atención vistiendo ropa como la que usaba tu bisabuela.
No llames la atención vistiendo a la última moda y participando de las últimas
tendencias (por ejemplo: tatuajes, piercings en tu nariz, labios, mejillas,
etc.) Llama más bien la atención viviendo una vida razonable de acuerdo con la
Palabra de Dios.
Los varones
jóvenes también pueden ser culpables de este pecado de inmodestia. Por
ejemplo, un hombre puede hacer alarde de su musculatura y puede vestirse de
manera de mostrar sus músculos. Esta persona está llamando la atención sobre sí
mismo: “¡Mírenme! Vean mi cuerpo.” Pero, ¿no hay algo mucho más importante que
el cuerpo? Cuando la gente me mira, ¿quiero que solo me consideren por mi
cuerpo?
Hay otros
métodos que la gente usa para llamar la atención. Algunas personas se comportan
como payasos totales. Todo lo que dicen tiene que ser chistoso y tiene que ser
motivo de risa y carcajada. Es bueno tener un buen sentido del humor, pero
algunas personas parece que no están satisfechas a menos de que la gente esté
constantemente riendo con lo que dicen. Otros buscan la atención de los demás
con su incesante parloteo. Tratan de ser el centro de la fiesta. Supongamos que
estuvieras en una pieza con diez personas. ¿No fijarías tu atención en la
persona que más habla? No es malo hablar, pero hay mejor manera de llamar la atención
que depender sólo del don de la palabra. Hay personas que tienen mucho que
decir, pero lo que dicen son cosas importantes. Tienen conocimiento y es
fascinante escucharlas. No conversan para llamar la atención, sino para
informar y comunicar y persuadir. Otros son tímidos y son reacios a decir
mucho. Ellos temen decir algo equivocado o piensan que no tienen mucho para
contribuir a la conversación. Deben confiar en el Señor para que les ayude a
abrirse y expresarse. Cuando nuestros corazones están bien con el Señor y
cuando tenemos una real preocupación por los demás, entonces sabremos decir
cosas que valgan la pena, cosas que pueden animar y bendecir a los demás. ¿Qué
nos enseña Efesios 4:29 sobre malas palabras y buenas palabras?
¿Puedes
pensar en otros métodos que la gente usa para llamar la atención y ser notado?
EL DESEO DE NO SER VISTO
Hay tiempos
en que un/una joven no desea ser visto/a. Por ejemplo, durante cierta época en
la vida una persona puede tener problemas con su cutis facial y no quiere que
los demás vean sus espinillas o manchas. O un joven no quiere que otros oigan
su voz (especialmente al cantar) durante el tiempo en que su voz está
cambiando. Pero todas estas cosas son parte necesaria del crecimiento y
desarrollo y todos tienen que pasar, en mayor o menor medida, por estas o
similares cosas. En un tiempo, todos tuvimos que pasar por la vergüenza de
tener los pañales sucios, pero desde entonces hemos avanzado a estados de
crecimiento más maduros. Desde luego, un bebé no siente ninguna vergüenza. El
bebé se relaja y disfruta siendo un bebé y poco le importa lo que piensan los
demás.
Hay momentos
en que no quieres ser visto en el colegio. Piensa en esas oportunidades en que
el profesor te hizo una pregunta y no sabías la respuesta. Deseabas que todos
los demás estudiantes desaparecieran repentinamente. No querías que ellos
vieran tu ignorancia. Pero piensa, la mayoría de ellos probablemente tampoco
sabían la respuesta y si la sabían, había algunas cosas que el profesor podría
haber preguntado que tú podrías haber contestado, no así ellos. La persona que
es realmente inteligente está dispuesta a admitir su ignorancia y confiesa
sencillamente, “No sé.” No podemos esperar que un adolescente sepa tanto como
un adulto de treinta años. Aprender es un proceso, un crecimiento y
desarrollo.
En Santiago
1:23 se da la ilustración de un hombre que se mira en el espejo y ve su rostro
natural (el rostro con el que nació, para bien o para mal). Obviamente, cuando
nos miramos en el espejo, hay algunas cosas que podemos cambiar y hay otras no
podemos cambiar. Por ejemplo, un hombre puede mirarse en el espejo al despertar
en la mañana y ve que su cara está sucia, el pelo despeinado y la barba
crecida. Todas esas cosas las puede cambiar, corregir y limpiar. ¿Cuáles cosas no
puede cambiar? (Vimos algunas de esas cosas en el Capítulo 1).
Uno de
nuestros grandes problemas es que somos demasiado conscientes de nosotros
mismos. Cuando has estado con un grupo de personas, por ejemplo en una reunión
social, ¿has tenido la sensación: “parece que todos me están mirando”? O si las
personas comienzan a reír y no sabes por qué, piensas, “deben estar riéndose de
mí. Parece que es divertido cómo me veo o cómo estoy vestido o lo que he
dicho.” O cuando contestas algo en clase: “todos deben estar pensando que soy
un tonto.” Posiblemente los demás alumnos están pensando que tampoco saben la
respuesta y qué bueno que el profesor no les hiciera esa pregunta a ellos.
Lee Mateo
26:20-22. ¿Eran auto-conscientes los discípulos? ¿Eso estaba bien o estaba mal?
(Cuando el Señor habla, debemos examinar nuestro corazón y ver si somos
culpables).
No solo
somos demasiado auto-conscientes, sino también estamos demasiados centrados en
nosotros mismos: “Soy el centro del universo.” “Soy como el sol; todo gira en
torno a mí.” Pero la vida es más que tú. Tu solo eres una persona más en un
mundo repleto de millones y millones de personas que han sido todas
creadas por la Persona más importante del universo y sus alrededores — el Dios
vivo. El verdadero progreso y crecimiento en la vida cristiana se produce
cuando somos menos conscientes de nosotros mismos y más conscientes de Dios
(Proverbios 3:5-6; Salmo 37:3-7), menos centrados en nosotros mismos y más
centrados en Cristo (Juan 3:20). ÉL debe ser más y más (crecer) y yo debo ser
cada vez menos (menguar).
NO USES UNA MÁSCARA
Un HIPÓCRITA
es una persona que no quiere que los demás lo vean cómo es realmente. Quiere
que los demás vean la hermosa máscara que está usando y que no vean a la
persona real que hay debajo de la máscara. El Señor Jesús condenó con
vehemencia a los hipócritas de Su día. Considera Mateo 6:2,5,16; 23:13-33.
¿Quiénes eran esos hipócritas? ¿Qué máscara usaban? ¿Qué había debajo de la
máscara?
NO SAQUES A RELUCIR AL VIEJO HOMBRE
El “viejo
hombre” es todo lo que una persona es EN ADÁN (al poseer esa naturaleza
pecaminosa que ha heredado de su padre Adán). ¿Cómo es el viejo hombre que está
descrito en Efesios 4:22?
___________________________________________________________ ¿Es eso lo que tu
quieres que los demás vean? Las obras del viejo hombre están descritas en
Gálatas 5:19-21 y Colosenses 3:5-9. ¿Estas son cosas que tú quieres que los
demás vean? ¿Cuán feo crees que eres fuera de Cristo? Recuerda, es
la fealdad interior (la fealdad del “viejo hombre”) la que debe preocupar a una
persona, no la fealdad exterior. Una persona que puede no ser muy atractiva en
lo exterior, puede ser una persona muy bella en lo interior (y lo interior
afectará grandemente lo exterior).
DEJA QUE LOS DEMÁS VEAN TU NUEVO YO
Si alguno
está en Cristo, ¿qué es (2 Corintios 5:17)? __________________________________
Si eres realmente salvo, entonces los demás deben ver el nuevo tú--“Cristo
en _____” (Colosenses 1:27). Dios quiere que “Cristo en ti” sea visto y notado.
Dios también
quiere que te vistas de tal manera que llames verdaderamente la atención de los
demás. ÉL quiere que te quites las vestiduras feas del viejo hombre y te vistas
de las bellas vestiduras que Dios ha provisto para cada hijo de Dios. Si usas
esas vestiduras todos los días, la gente comenzará a notar algo diferente en
ti. De acuerdo con Colosenses 3:8-9, ¿cuáles son alguna de las vestiduras que
debes sacarte o quitarte? ____________________________________________________________
¿Cuáles
vestiduras debes ponerte y usar (Colosenses 3:12-14)?
______________________________________________________________________ ¿Qué
debe lucir y de qué debe revestirse cada creyente ante un mundo perdido y
moribundo (Romanos 13:14)? ___________________________________________________
“Sea la _______ de Jehová, _____________
_________ sobre nosotros” (Salmo 90:17).