CAPÍTULO 5
Los Padres
Hay básicamente dos cosas que Dios espera y
demanda de los hijos. La Biblia nunca dice, “Hijos, amad a
vuestros padres.” La parte de “amar” en la relación, es primordialmente
responsabilidad de los padres (ver Tito 2:4; Éxodo 21:5; Proverbios 13:24;
comparar Hebreos 12:6). La manera en que un joven puede mostrar su amor por los
padres es haciendo las dos cosas que Dios le ha ordenado.
Responsabilidad
Número Uno
Dios dio los Diez Mandamientos (ver Éxodo 20 y
Deuteronomio 5), y uno de esos mandamientos fue dado especialmente a quienes
están bajo la autoridad de los padres. Este es el quinto mandamiento y dice,
“_____________ a tu padre y a tu madre.” Comparar con Malaquías 1:6. La palabra
“honrar” significa “tratar con honor y respeto, valorarlos, honrarlos
por lo que son, reverenciarlos (Hebreos 12:9), ser respetuoso, no faltar el
respeto o ser descortés y rudo.” Todo niño o joven que responde groseramente a
sus padres o los hace callar o les levanta la voz con enojo o los maldijere
(Éxodo 21:17) ha quebrantado este importante mandamiento.
Hay algo que acompaña a este quinto mandamiento (Éxodo
20:12), que no tienen los otros nueve mandamientos. ¿Sabes lo que es (ver
Efesios 6:2)? _______________________ Hay una gran bendición para los que
honran a sus padres. Una promesa acompaña al mandamiento.
Responsabilidad
Número Dos
El Apóstol Pablo dio muchos mandamientos en su epístolas,
pero hay un mandamiento que fue dado especialmente a los hijos (Efesios 6:1 y
Colosenses 3:20): “Hijos, ________________ a vuestros padres.” Los padres no
solo deben ser honrados, ellos deben ser obedecidos.
El Dios vivo, tus padres, tus profesores, tus empleadores,
tu presidente (el gobierno), y la policía, todos tienen algo en común en
relación a tu vida. Todos ellos tienen autoridad sobre ti. Desde luego,
Dios es la Autoridad Suprema. Los demás, son personas que Dios ha
puesto sobre ti para llevar a cabo el propósito que ÉL tiene para tu
vida. Tenemos que someternos (Efesios 5:21; Romanos 13:1) y ser
obedientes a Dios y a aquellos que tienen autoridad y que ÉL ha puesto
sobre nosotros.
Nuestro mayor problema es nuestro orgullo pecaminoso y
nuestra rebelión. No queremos que alguien nos diga lo que tenemos que hacer o
cómo debemos vivir. No queremos que nadie esté sobre nosotros—controlándonos,
dictando reglamentos e impidiéndonos a hacer los que nos da la gana. Queremos
ser el jefe y queremos ser la suprema autoridad. Queremos hacer lo que nos da
la gana y a nuestra manera. Dios, en Su sabiduría, ha puesto sobre nosotros a
los padres y a otras autoridades, para nuestro bien y para impedir que vayamos
por mal camino.
PREGUNTA: “¿Debo obedecer
siempre a mis padres?”
OBJECIÓN CONTESTADA:
La obediencia a los padres es casi siempre lo correcto.
Sin embargo, hay algunas excepciones a esta regla general.
¿Hay algunas veces en que lo correcto es desobedecer a
tus padres (ver Hechos 5:28-29)? _______ Si un padre pide a su hijo o hija que
haga algo que significa desobedecer a Dios, ¿qué debe hacer el hijo o hija?
______________________________________ Por ejemplo, supongamos que suena el
teléfono y el padre dice, “Quienquiera que sea, dile que no estoy.” ¿Debes
obedecerle? (Podrías manejar esto sin mentir, diciendo algo como esto: “Mi
padre no puede contestar ahora, ¿podría dejar el mensaje?”) Si el padre dijera,
“No debes leer la Biblia.” ¿Puedes pensar en otros ejemplos? ¿Crees que casos
como estos son raros o comunes? ¿Por qué desobedecen usualmente los jóvenes a
los padres?
a) Porque quieren obedecer a Dios
b) Porque en su orgullo pecaminoso y su rebeldía, ellos
quieren hacer lo que les da la gana y a su manera
PREGUNTA: “Está bien
obedecer a los padres que son buenos y cariñosos, pero ¿cómo se puede esperar
que una persona obedezca a padres que son difíciles y poco razonables y
anticuados e insensibles y dominantes y llevados de sus ideas y faltos de
entendimiento?”
RESPUESTA:
En 1 Pedro 2:18-20, se les dice a los esclavos que sean
sumisos y obedientes, no solo con los amos buenos y afables, sino también
con los que son duros y crueles (los difíciles de soportar). Según este pasaje,
¿debemos respetar y honrar solo a las autoridades que son buenas y afables?
________
Si un padre no cumple con su parte, eso no significa que
el hijo o la hija no cumplan con su parte. Tú eres responsable de hacer lo que
es justo (Colosenses 3:20) ante Dios y no importa lo que tus padres
hagan. Ellos pueden estar equivocados, pero tú puedes hacer lo que es justo
delante de Dios.
PREGUNTA: “Si yo obedezco,
¿Cómo podré salir con la mía y hacer lo que quiero?”
RESPUESTA:
Muchas veces es difícil cuando tus padres no te dan
permiso para hacer lo que realmente quieres hacer. Quizás incluso se equivocan
con su decisión. Los padres no son perfectos. Toma su respuesta como que viene
de Dios y acércate a ÉL y ora en cuanto a la situación. Como bien sabes, Dios
es muy poderoso y ÉL puede cambiar el parecer de tus padres. De hecho, ÉL hasta
puede cambiar tu parecer.
Asombra a tus padres con el método de total obediencia. Quizás has pedido permiso a tus padres para salir con
algunos amigos el viernes por la noche. Tus padres te niegan el permiso y te
dan en cambio algunas tareas, como lavar el auto, limpiar el garaje o lavar los
platos. Tus padres han decidido que no estás lo suficientemente maduro como
para la aventura del viernes en la noche. Tienen para ti una tarea para
realizar que te puede hacer más maduro/a. Lo peor que puedes hacer es enojarte
y hacer una escena. Si te enojas, solo refuerzas en la mente de
tus padres lo que ya piensan: que eres demasiado inmaduro para manejar esta
situación. Usa una oportunidad como la descrita para tratar el método de
obediencia total. La próxima vez que te digan “no” y te dan una tarea,
no hagas solamente la tarea que te asignaron, sino haz también alguna otra cosa
que no te dijeron. Si tu madre te dice que laves los platos—no hagas eso
solamente, sino limpia también la sala de estar o alguna otra cosa. Luego ve
donde tu madre y dile, “He lavado los platos y he limpiado la sala, ¿hay algo
más que quieres que haga?” Esto asombrará a tus padres y después de haber
intentado algunas veces este método (con sinceridad de corazón), podrás
empezar a ver que esto vale la pena. Sin embargo, tienes que estar seguro de
que tu motivo para hacer esto es honrar a Dios y agradar a tus padres, no solo
para poder hacer lo que tú quieres hacer.
OBJECIÓN: “Mis padres no
saben nada. ¿Por qué he de escucharles?”
OBJECIÓN RESPONDIDA:
Es probable que tus padres no sepan mucho, pero ellos
saben más que tú. Nuestros padres ya han vivido muchas de las situaciones que
nosotros enfrentaremos en el futuro. Han cometido errores y han aprendido
lecciones que nos pueden beneficiar si ponemos atención a sus consejos. Tienen
mucha experiencia que puede ser valiosa para nosotros en cuanto a:
· trabajos · amistades
|
· educación · salidas |
· finanzas · responsabilidad personal |
Es sabio escuchar los consejos
de tus padres, porque ellos seguramente ya han pasado por lo que tú estás
enfrentando. En Proverbios 5, un padre da instrucciones a su hijo en cuanto a
la clase de persona con las cuales no debe asociarse. En los versículos 12-14
del mismo capítulo el padre advierte al hijo de lo que él se dirá a sí mismo si
no toma en cuenta el importante consejo de su padre. En resumen, el dirá, “¡Oh!
si solo hubiera escuchado. ¡Por qué no escuché el consejo de mi padre! ¡Qué
tonto he sido!”
OBJECIÓN: Mis padres no confían en mí. Parece que nunca me dejan
salir de casa. Siento como que nunca me dan libertad para hacer lo que me
gusta.”
OBJECIÓN RESPONDIDA:
La libertad es algo que uno
tiene que ganarse. Tienes que demostrarles a tus padres que eres digno de
confianza y que puedes manejar ciertas libertades de manera madura y
responsable.
Piensa en un perro que está
atado a una cadena fuera de casa. Un día el dueño decide desatar al perro y
dejar que disfrute de un poco de libertad. El perro corre de inmediato tras un
auto, se mete en la basura, muerde al niño del diario y usa como baño el jardín
del vecino. Es obvio que la libertad del perro es de corta duración. Otro perro
es desatado y permanece en el jardín y no causa problemas. ¿Cuál de los dos
perros estará probablemente más tiempo desatado?
De igual manera, supongamos que
un adolescente tiene permiso para salir con sus amigos un viernes en la noche,
pero regresa una hora más tarde de lo que los padres le han dicho. En realidad
está diciendo, “Papá y mamá, quiero que ustedes sepan que no pueden confiar en
mí y que no pueden contar conmigo. He demostrado que soy inmaduro e
irresponsable.” Si eres como este individuo, no te quejes si te encuentras
continuamente cercado. Por otra parte, si eres fiel y responsable con la poca
libertad que te dan tus padres, antes de que te des cuenta, ellos confiarán más
y más en ti y te darán siempre una mayor medida de libertad e independencia
(comparar Mateo 25:21,23).
La relación padre –hijo debería
ilustrar una relación mucho más importante—la relación entre el Padre Celestial
y Sus queridos hijos. Los hijos de Dios siempre deben honrar y
obedecer a su Padre Celestial. La rebeldía y la falta de respeto no tienen
lugar en nuestra relación con ÉL. La manera en que nos relacionamos con
nuestros padres es una buena indicación y reflejo de la manera en que nos
relacionamos con nuestro Padre Celestial. Hijos, honren y obedezcan a sus
padres. Hijos, honren y obedezcan a su Padre Celestial (Malaquías 1:6; 1
Pedro1:14). ¡Qué así sea!