LA GRAN TRIBULACIÓN
¿Es Futura o se ha Cumplido?
1.
Desde
el Punto de Vista de Israel.
2.
Desde
el Punto de Vista de las Promesas de Cristo a la Iglesia que se encuentran en
Apocalipsis 3:10.
3.
desde
el Punto de Vista del libro de Apocalipsis
4.
Desde
el Punto de Vista del Anticristo (la bestia de Apocalipsis y el hombre de
pecado de 2 Tesalonicenses)
5.
Desde
el Punto de Vista de Satanás
6.
Desde
el Punto de Vista de la Abominación Desoladora
7.
Desde
el Punto de Vista de las claras Predicciones de Cristo
8.
Desde
el Punto de Vista de la Semana 70 de Daniel en Daniel
9.
Desde
el Punto de Vista de la Resurrección
10.
Desde
el Punto de Vista de la Liberación de Israel
11.
Desde
el Punto de Vista de la Singularidad de la Tribulación
12.
Desde
el Punto de Vista del Mundo Entero
13.
Desde
el Punto de Vista de la Religión
14.
Desde
el Punto de Vista de la Política
15.
Desde
el Punto de Vista del Comercio
16.
Desde
el Punto de Vista de las Naciones
William R. Kimball, presidente de “Disciples Indeed” Bible School en
South Lake Tahoe, California, ha escrito un libro titulado “What The Bible Says About the Great Tribulation” (Presbiterian
& Reformed Publishing Company, 1983, 291 pages). El libro es
principalmente un estudio sobre Mateo capítulo 24 y el autor trata de demostrar
que la gran tribulación (mencionada en Mateo 24:21) no es un tiempo de angustia
futuro, sino que se ha cumplido en la historia. El cree que su cumplimiento
histórico tuvo lugar en el tiempo de la guerra judía, alrededor del año 70 D.C.
Esta es una posición común que sostienen
los no-dispensacionalistas. Ellos hacen esto con el fin de obviar un sinnúmero
de pasajes proféticos que ellos no quieren interpretar literalmente. Kimball no
es sino uno de los voceros del punto de vista popular, pero erróneo, que dice
que la gran tribulación ya se ha cumplido en la historia en conexión con la
destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70 D.C. Este ensayo ha sido
escrito no solo para responder a Kimball, sino para responder a todos los que
comparten su posición (1)
Este mismo autor escribió en 1985 un ataque
contra el dispensacionalismo en general y contra el rapto pretribulacional en
particular titulado The Rapture -- A
Question of Timing (publicado por Baker, 193 páginas).
La base del sistema escatológico de Kimball
es su enseñanza de que la gran tribulación se ha CUMPLIDO en la historia y que
no es FUTURA. Si este punto puede ser refutado por las Escrituras, entonces
todo el sistema escatológico de este hombre no tiene fundamento. De modo que el
propósito de este escrito es considerar el asunto de la gran tribulación y el
tiempo de su cumplimiento. Este escrito pareciera ser casi innecesario puesto
que la respuesta a esta pregunta es tan obvia para quienes toman la Palabra de
Dios en forma literal (sería como escribir un artículo para decidir si la
segunda venida de Cristo es futura o ya se ha cumplido). Pero los enemigos del
dispensacionalismo están produciendo cantidades de escritos tratando de demostrar
que la tribulación ya ha tenido lugar en la historia, de modo que es útil
oponerse a ello con sólidos argumentos bíblicos. Miraremos este asunto a través
de diferentes ventanas. Una vista por una sola ventana puede no ser suficiente
para convencer a ciertas personas, pero mirando por varias ventanas y viendo lo
mismo, es convincente.
Quiera el Dios de verdad y la verdad de
Dios (Su Santa Palabra) guiarnos mientras procedemos:
1. Desde el punto de vista de Israel
En Jeremías 30:7 la tribulación es considerada
desde el punto de vista de Israel y es llamada “el tiempo de angustia de Jacob
(Israel)”. Es un tiempo de angustia único (“no hay otro semejante a él”), tal
como lo dijo nuestro Señor en Mateo 24:21. Esto no puede referirse al año 70
D.C. por dos razones:
1) El versículo enseña claramente que en
conexión con éste tiempo habrá una LIBERACIÓN DIVINA (“de ella será librado”), en
tanto que la invasión romana fue un tiempo de JUICIO DIVINO. Israel fue
juzgado, no libertado.
2) Jeremías 30:8-9 (los siguientes
versículos) indican que después de este tiempo de angustia, Israel ya no estará
en esclavitud, sino que servirán a Dios y a David, su Rey. Esto ciertamente no
se cumplió después del año 70 D.C., sino espera su cumplimiento milenial. Este
pasaje enseña que la tribulación (v.7) es seguida por el reino (v.8-9), tal
como lo enseñan los dispensacionalistas.
Apocalipsis 12 también enseña que durante
la segunda mitad de la semana 70 de Daniel Israel sufrirá una intensa
persecución satánica que durará 1260 días (v.6), “un corto tiempo” (v.12), 3 ½
años (v.14), y en otra parte se dice que este es el período de tiempo en que gobernará el anticristo (Ap.13:5 “42
meses”). Que este período tiene que ser futuro se comprueba por el hecho de que
el anticristo será destruido cuando Cristo vuelva (Ap. 19:20 y 2 Ts.2:8). Es
entonces cuando su reino llegará a su fin. Cristo no volvió en el año 70 D.C.
Su segunda venida es aún futura.
2. Desde el punto de vista de la promesa de Cristo a la Iglesia,
que se encuentra en Apocalipsis 3:10
Si la tribulación de la cual habla
Apocalipsis 3:10 se refiere a la gran tribulación (como aún
posttribulacionistas como Gundry admitirán firmemente), entonces es imposible
decir que la gran tribulación sucedió en el año 70 D.C., porque el libro de
Apocalipsis no fue escrito sino 20 años después, y se dice de esta “hora de
prueba” que es un evento futuro (“que vendrá
sobre el mundo entero”). De modo que la promesa de ser guardado de aquella hora
de prueba que fue hecha a la iglesia de Filadelfia, no se refería al año 70
D.C., sino a una tribulación futura que, en su alcance, sería mundial.
3. Desde el punto de vista del libro de Apocalipsis
Algunos tratan de decir que el libro de
Apocalipsis fue escrito durante el reinado de Nerón, antes del año 70 D.C. Si
esto fuera cierto, entonces sería concebible que los juicios y tribulaciones de
las cuales se habla en el libro de Apocalipsis fueron cumplidas en el año 70
D.C. (aunque es obvio para cualquiera que interpreta literalmente el Apocalipsis
que las cosas que se mencionan en los capítulos 6 al 19 nunca se cumplieron en
el año 70 D.C. y que nunca se han cumplido todavía en la historia humana).
La evidencia está claramente en contra de
una fecha temprana del libro de Apocalipsis. El testimonio de la iglesia
primitiva es que el Apocalipsis fue escrito durante la última parte del reinado
de Domiciano, quien fue emperador desde el año 81 al 96 D.C. El primer testigo
conocido es Ireneo quien escribió que Juan vio sus visiones “no hace mucho tiempo,
casi en nuestros días, hacia el final del reinado de Domiciano” (Contra las Herejías 5.30.3). Ireneo
escribió unos 85 años después de la muerte de Domiciano.
Pero aunque aceptáramos una fecha temprana,
no podríamos aceptar la posición que dice que lo descrito en el libro de
Apocalipsis se cumplió en el año 70 D.C. Tomemos como ejemplo Apocalipsis 13.
Este capítulo describe lo siguiente: 1) un líder político tan poderoso que
nadie puede hacerle guerra (v.4); 2) todos los que moran en la tierra serán obligados
a adorar a este hombre (v.8); 3) será obligación recibir una marca en la mano
derecha o en la frente (v.16); 4) los que no tengan la marca no podrán comprar
o vender (una situación que muchos piensan que sería imposible sin la
tecnología computacional del siglo 20). ¿Quién se atrevería a decir que todas
estas cosas se han cumplido? Y si no se han cumplido, entonces tiene que haber
un cumplimiento futuro, de otro modo Dios sería un mentiroso y el libro de
Apocalipsis no sería verdad. La única otra alternativa sería abandonar el
sentido normal del lenguaje y hacer que las palabras signifiquen otra cosa que
lo que dicen.
4. Desde el punto de vista del anticristo (la bestia de
Apocalipsis y el hombre de pecado de 2 Tesalonicenses)
Kimball tiene poco que decir acerca del
anticristo en sus libros, aparte de referirse a los dispensacionalistas como
los que creen en un anticristo personal al final de los tiempos. Pero
Apocalipsis 13 y 2 Tesalonicenses 2 no pueden ser evitados. Hasta J.C. Ryle
(que no es dispensacionalista), al comentar Mateo 24 dice, “me parece bien
decir que Ireneo e Hilario entre los padres, y Ferus en el siglo 16, todos dijeron
que el cumplimiento de esta parte de la profecía de nuestro Señor sería en el
final del mundo, cuando aparecería un Anticristo personal. Hilario considera
que el versículo que habla de la ‘abominación desoladora estando en el lugar
santo’ se cumplirá con la llegada de un poderoso Anticristo personal, que será
adorado por los infieles. En conexión con ésto, 2 Tesalonicenses 2:4 merece un
estudio atento (Expository Thoughts on
the Gospels, comentarios bajo Mateo 24:15-18).
El anticristo, el día del Señor y la
tribulación van todos juntos. Donde esté el anticristo, allí encontrarás gran
tribulación. Si el anticristo aparece al final de los tiempos, entonces la
tribulación también tiene que suceder. La prueba de que el anticristo aparecerá
al final de los tiempos se encuentra en el simple hecho de que el anticristo
personal (el hombre de pecado, el inicuo) es destruido con el resplandor de la
venida de Cristo (2 Tesalonicenses 2:8 y Apocalipsis 19:11-20). Cristo no vino
y el hombre de pecado no fue destruido en el año 70 D.C. Nerón puede haber sido
anticristo (contra Cristo y contra los creyentes) en muchas maneras, pero el no
fue EL anticristo.
5. Desde el punto de vista de Satanás
¿Por qué es tan grande y tan terrible la
gran tribulación? Esta pregunta es respondida en Apocalipsis 12:7-12. El diablo
es arrojado fuera del cielo por un período de 3 ½ años (“un corto tiempo”-v.12),
y viene a la tierra con GRAN IRA (v.12, por eso la GRAN TRIBULACIÓN). El mundo
experimentará, como nunca en el pasado, la furia concentrada de Satanás (“¡AY
de los moradores de la tierra!” -v.12). Este tiempo de la furia de Satanás es
idéntico al tiempo en que a la bestia es dado poder (Ap.13:5). En verdad, es el
dragón (el diablo) el que da a la bestia su poder (Ap.13:2). Este período de
gran tribulación para los moradores de la tierra terminará después de estos 3 ½
años, cuando la bestia es destruida por la venida de Cristo (2 Ts.2:8) y
Satanás será atado en el foso sin fondo o abismo (Ap. 20:1-3). La invasión
romana del año 70 D.C. fue un tiempo difícil, pero no es digna de ser comparada
con el futuro tiempo de la “gran tribulación”, el tiempo de la ira concentrada
de Satanás sobre la tierra.
6. Desde el punto de vista de la abominación desoladora
La gran señal de Mateo 24 es la abominación
desoladora mencionada en el versículo 15. Kimball interpreta esto como los
ejércitos paganos (romanos) estando en la tierra sagrada de Israel en el año 70
D.C. Kimball está correcto al identificar la abominación de Mateo 24 con la que
se menciona en Daniel 9:27, pero está mal al decir que ambas referencias
tuvieron su cumplimiento en el año 70 D.C. En primer lugar, Daniel 9:27 está
describiendo la semana 70 de Daniel. Las primeras 69 semanas (483 años) nos
llevan al “Mesías Príncipe” (Daniel 9:25), y estos 483 años concluyen antes de
la crucifixión de Cristo (se quitará la vida al Mesías –Daniel 9:26). La abominación
desoladora tiene lugar a la mitad de la última semana de siete años (Daniel
9:27). Si no hay una intervalo entre la semana 69 y la 70 (como creen algunos
no-dispensacionalistas), entonces la abominación debería haber sucedido aproximadamente
3 ½ años después de la crucifixión. Esto, entonces, no podría haber sucedido en
el año 70 D.C. Igualmente, si la abominación desoladora tuvo lugar en el año 70
D.C., como enseña Kimball, entonces de acuerdo con Daniel 9:27, debería haberse
firmado un tratado con Israel 3 ½ años antes. ¿Hay algún registro en la
historia de un tratado de siete años que se hiciera con Israel 3 ½ años antes
del año 70 D.C.? Por cierto que no. La teoría de Kimball no concuerda con las
afirmaciones de la profecía de las 70 semanas de Daniel.
Debería ser obvio para todo estudiante de
las profecías que la abominación desoladora es la gran señal que marca el
comienzo de los últimos 3 ½ años antes del regreso de Cristo. El libro de
Apocalipsis (que es el comentario de Dios del libro de Daniel) menciona una y
otra vez este período: 1260 días (Ap.12:6,14); 42 meses (Ap.11:2; 13:5); 3 ½
años (Ap. 12:14; Daniel 7:25; 12:7). Este período de intensa angustia y
tribulación comienza con la abominación desoladora (Daniel 9:27; Mateo 24:15) y
termina con el regreso de Cristo (2 Tesalonicenses 2:8). De modo que, de
acuerdo con el libro de Apocalipsis (que Kimball ignora mayormente), la semana
70 de Daniel es ese período de siete años inmediatamente anterior al regreso de
Cristo.
Una prueba adicional se encuentra en Daniel
12:11 que declara que habrán 1290 días desde la abominación hasta el final
(esto incluye los 3 ½ años más 30 días adicionales). ¿Quiere Kimball hacernos
creer que el fin del mundo sucedió como 3 ½ años o 1290 días después de que los soldados romanos estuvieron en la
tierra sagrada de Israel en el año 70 D.C.? Su punto de vista no tiene sentido
(Kimball no menciona Daniel 12:11 en su libro, evitando fechas que están en
conflicto con sus teorías proféticas).
7. Desde el punto de vista de la clara predicción de Cristo
El Señor Jesucristo no nos dejó en
tinieblas en cuanto al tiempo de la gran tribulación. ÉL menciona este período
de la gran tribulación en Mateo 24:21. Él dice que será un tiempo “acortado”
(Mateo 24:22), lo cual está en armonía con los pasajes de Daniel y Apocalipsis
que hablan de 3 ½ años (y ver Apocalipsis 12:12, “poco tiempo”, que se refiere
a este mismo período de 3 ½ años). Luego Cristo nos dice en lenguaje sencillo
que Su venida tendrá lugar inmediatamente después de esta gran tribulación
(Mateo 24:29-30). De modo que el Señor nos informa que la gran tribulación
ocurre inmediatamente antes de Su regreso, no en el año 70 D.C., casi 2000 años
antes de Su regreso. Esto armoniza con el libro de Apocalipsis que presenta la
tribulación en los capítulos 6-18 y el regreso de Cristo en el capítulo 19.
Esto armoniza con 2 Tesalonicenses 2 que pone al hombre de pecado en la tierra
inmediatamente antes de la venida de Cristo. Esto armoniza con el libro de
Daniel (especialmente Daniel 12:1-2) que ubica la tribulación justo antes de la
resurrección que tiene lugar en la venida de Cristo. Hasta Kimball admite el
peso de este argumento: “A primera vista, le palabra “entonces” (Mateo 24:30)
parecería sugerir firmemente que la segunda venida seguiría inmediatamente a la
tribulación de aquellos días”.
Pero Kimball lo interpreta diferente. El ve
un gran lapso de tiempo (una brecha) entre Mateo 24:29 y 24:30 (casi 2000 años).
Su orden de los eventos es el siguiente: 1) tribulación sobre la nación de
Israel, 2) seguido inmediatamente por un largo período caracterizado por desasosiego e
inestabilidad entre las naciones (su entendimiento no-literal de lo que sucede
al sol, la luna y las estrellas del v.29),
3) luego el final con la
segunda venida de Cristo en gloria y majestad. Es interesante que quienes
acusan a los dispensacionalistas de inventar un intervalo de 2000 años para el
período de la iglesia, puedan ellos mismos aparecer a veces con impresionantes
intervalos. El problema con esta interpretación es que quita todo sentido al
v.33. Cristo estaba dando claras señales sobre Su venida (ver Mateo 24:3), pero
el esquema de Kimball remueve todas esas señales y dice que no hay señales, y
así nunca podemos saber cuando ÉL está cerca (v.33). El punto de vista de
Kimball también quitaría el sentido a Lucas 21:8. (2)
8. Desde el punto de vista de la semana 70 de Daniel
Esto ya ha sido discutido en el punto #6.
Gleason L. Archer en su comentario sobre Daniel en The Expositor’s Bible Commentary (vol.7), dice esto: “La razón para
nuestra detallada discusión sobre los seis objetivos de Daniel 9:24 es que el propósito
de las 70 semanas tiene que ser establecido antes que la interrogante de la
semana 70 pueda ser tratada apropiadamente. Si los seis objetivos fueron de
hecho logrados en la crucifixión de Cristo y el establecimiento de la iglesia
primitiva siete años después de Su muerte, entonces sería correcto asumir que
debe entenderse que todos los 490 años de las 70 semanas corren
consecutivamente y que llegan a su término en el año 37 D.C. Pero, puesto que
todos o casi todos los objetivos permanecen aparentemente sin cumplirse, debe
deducirse que si la semana 70 ha de tener algún cumplimiento, debe
identificarse como los últimos siete años antes del regreso de Cristo a la
tierra como el Rey milenial” (p.113).
Kimball, en su libro, dedica poca atención
a la semana setenta de Daniel y él no dice cuando comienza y cuando termina
este período de siete años. Esto es típico de los escritos de Kimball. El
considera los pasajes que tienden a apoyar su posición, pero convenientemente
ignora extensas porciones de las Escrituras proféticas relacionados con estos
asuntos, pero que no armonizan con su sistema de escatología. Por ejemplo, en
su libro sobre la Gran Tribulación, no se hace mención de Apocalipsis 3:10 y se
dice muy poco sobre el resto de Apocalipsis. 2 Tesalonicenses capítulo 2
también es básicamente ignorado y casi nada se dice sobre un anticristo
personal (excepto el hecho de que los dispensacionalistas parecen creer en tal
personaje).
9. Desde el punto de vista de la resurrección
En Daniel 12:1-2 la gran tribulación (v.1) es seguida por la resurrección (v.2).
Esto está en armonía con el Libro de Apocalipsis que también pone la
resurrección (capítulo 20) después de la tribulación (capítulos 6-19). Esto no
está en armonía con el sistema de Kimball porque es obvio que ninguna
resurrección tuvo lugar en al año 70 D.C.
10. Desde el punto de vista de la liberación de Israel
Daniel 12:1-2 y Jeremías 30:7 hablan de la
gran tribulación y ambos enseñan que Israel será libertada divinamente de este
terrible período de angustia. El gran Libertador de Israel no vino en ayuda a
Su nación en el año 70 D.C., pero Romanos 11:26 enseña que Cristo, el
Libertador, vendrá a libertar a Su pueblo al final de los tiempos (después que
haya entrado la plenitud de los gentiles –Rom.11:25). En ese tiempo las
promesas del nuevo pacto hechas a Israel se cumplirán literalmente (Rom.11:27)
de acuerdo a las promesas que se encuentran en Jeremías 31:31-34, promesas que
nunca han sido anuladas (Jeremías 31:35-37). En otras palabras, la gran
tribulación es seguida inmediatamente por la liberación que por Dios (Daniel
12:1; Jer.30:7) será efectuada en la segunda venida de Cristo (Rom.11:27). La
destrucción de Jerusalén en el año 70 D.C. fue un tiempo de juicio de Dios
sobre la nación, no un tiempo de gozosa liberación.
11. Desde el punto de vista de la singularidad de la tribulación
La Biblia establece repetidas veces que la
gran tribulación es un período único de tribulación, como nunca había sucedido
antes y como nunca volverá a ocurrir. Aquí hay algunos ejemplos: Mateo 24:21
“cual no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”;
Daniel 12:1 “será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta
entonces”; Jeremías 30:7 “grande es aquel día, tanto que no hay otro semejante
a él”.
¿Fue el año 70 D.C. realmente el peor
período de angustia que Israel jamás experimentara? ¿Fue peor que lo que
sucedió a esa nación durante la Segunda Guerra Mundial bajo Hitler, cuando
fueron asesinados millones de judíos? La Guerra Judía fue un tiempo muy difícil
para la nación judía como Kimball documenta (citando a Josefo, etc.) y quizás
rivaliza con el holocausto en su severidad. Sin embargo, cuando llegue la
verdadera gran tribulación al final de los tiempos, será necio aún establecer
una comparación con el año 70 D.C. o con la Segunda Guerra Mundial. Será lejos
el peor tiempo de angustia que la nación jamás conociera. Será un tiempo de
aflicción sin paralelo. Por causa de la furia de Satanás (Apocalipsis 12) y del
reinado de terror de la “bestia” (Apocalipsis 13), el tiempo futuro de
sufrimiento será mucho peor que lo que los romanos hicieron en el año 70 D.C. o
lo que Hitler hizo en el Siglo 20, por muy terribles que esos días hayan sido. (3)
12. Desde el punto de vista del mundo entero
En la Guerra Judía, Dios usó a los Romanos
como Su instrumento de juicio contra la nación de Israel que había rechazado a
su Mesías. El mundo en general no estaba involucrado, sólo la nación de Israel.
Fue un tiempo de angustia para Israel, pero no para toda la demás gente del
mundo. Esto no se ajusta a la descripción de la gran tribulación como es dada
en la Palabra profética. La Biblia dice que este futuro tiempo de prueba vendrá
sobre EL MUNDO ENTERO (Ap.3:10). Los juicios descritos en el libro de
Apocalipsis son de alcance mundial, abarcando a todos los moradores de la
tierra. Ver también Apocalipsis 13:7,8,12,14,16,etc. Incluso Mateo 24 indica
que todo el mundo está en vista, no solamente una nación (ver versículos
6,7,9,14,21,etc.). Lo que tuvo lugar en el año 70 D.C. no concuerda con las
descripciones de la gran tribulación que señalan un tiempo de aflicción
mundial. (4)
13. Desde el punto de vista de la religión
Durante la tribulación habrá en la tierra
una situación única. Habrá una adoración forzosa de un hombre (Apocalipsis 13;
2 Tesalonicenses 2) y esta adoración del hombre de pecado será observada a
través de todo el mundo y se hará cumplir con la pena de muerte (Apocalipsis
13:15). El mundo jamás ha conocido una situación semejante y, ciertamente, nada
de esto tuvo lugar en el año 70 D.C.
14. Desde el punto de vista político
Durante la tribulación habrá un dictador
mundial como el mundo nunca ha conocido (Ap.13:1-5). Tendrá un control político
total sobre el mundo durante 42 meses. Recibirá su poder y autoridad del diablo
(Ap. 13:2-3). Hoy en día hay un equilibrio de poder entre las naciones que
otorga alguna medida de seguridad al mundo, pero en el futuro todo el poder
estará controlado por el hombre de Satanás. Nada de esto sucedió en el año 70
D.C.
15. Desde el punto de vista del comercio
Durante la tribulación alguna clase de
“marca” será puesta en los individuos y sin esta marca nadie podrá comprar ni
vender. Antes del Siglo 20 era difícil imaginar cómo esto podría hacerse. No es
difícil entender hoy como algún chip tecnológico implantado puede hacer una
realidad Apocalipsis 13:16-18. Esto no se cumplió en el año 70 D.C. y nunca se
ha cumplido hasta ahora en la historia. De modo que debe tener un cumplimiento
futuro, porque “la Escritura tiene que
cumplirse”. Kimball y otros pueden ignorar tales pasajes o pueden
espiritualizarlos o pueden burlarse de los dispensacionalistas por tomarlos al
pie de la letra, pero permanece el hecho que viene el día cuando estas cosas
sucederán tal como lo dicen las Escrituras.
16. Desde el punto de vista de las naciones
En el año 70 D.C. UNA NACIÓN, Roma, vino
contra Israel en juicio. Al final de los tiempos, se reunirán MUCHAS NACIONES (Ap.19:19;
Salmo 2:2; Zacarías 12:9). Zacarías 12:9 (como un ejemplo) no se cumplió en al
año 70 D.C., pero se cumplirá al final de esta edad. La gran tribulación futura
involucra a todas las naciones, no solamente una nación.
CONCLUSIÓN
Estas 16 ventanas, consideradas
individualmente, y vistas todas juntas, deberían proveer una amplia evidencia
para mostrar que las Escrituras nos señalan un tiempo futuro, justo antes de la
segunda venida de Jesucristo, cuando el mundo experimentará el tiempo de mayor
aflicción que jamás haya conocido. Como creyentes en Cristo podemos gozarnos de
que Dios nos guardará de aquella hora de prueba que vendrá sobre todos los que
moran en la tierra (Ap.3:10). El sistema escatológico de Kimball está sobre un
fundamento de arena. Toda la casa que ha construido sobre este fundamento (tal
como su negación de un rapto pre-tribulacional) es erróneo y tiene que caer.
(1) Los siguientes autores son ejemplos
de no-dispensacionalistas que creen que la gran tribulación se cumplió en
conexión con la Guerra Judía durante el primer siglo D.C. David Chilton,
Kenneth Gentry y John L. Bray.
(2) La posición de Kimball es refutada
por una tesis doctoral titulada A
Chronology of Matthew 24:1-44 de John F.Hart.
(3) Por ejemplo, bajo Hitler fue
decimada aproximadamente un tercio de la población judía. Durante la gran
tribulación perecerán dos tercios (Zacarías 13:8).
(4) Ver también Lucas 21:25-26: “sobre
la tierra…que sobrevendrán en la tierra”; y recuerde que todas estas cosas
sucederán al final de los tiempos (Lucas 21:28), no durante el período entre
las venidas, como cree Kimball. Es cierto, los hombres viven hoy con
incertidumbre y temor, pero esto no es digno de compararse con la incertidumbre
y el temor que les sobrevendrá en los días de venganza venideros.
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