¿Pasará la Iglesia por la Tribulación?
Pre-Tribulacional
Apoyo de las Escrituras para un Rapto Pre-Tribulacional
TÉRMINOS PARA ENTENDER
¿Habrá una Tribulación?
Respondiendo a la pregunta si la iglesia pasa por tribulación, debemos responder “SI”. Respondiendo a la pregunta si la iglesia pasará por LA tribulación, la respuesta es “NO”.
Los siguientes versículos demuestran que los creyentes que viven en la Edad de la Iglesia tienen que pasar por tribulaciones:
· (Juan 16:33b) En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.
· (Hechos 14:22) Confirmando los corazones de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.
· (Romanos 5:3) Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia.
· (1 Tesalonicenses 1:6) Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la Palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo.
· (1 Tesalonicenses 3:3-4) A fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos. Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar por tribulaciones, como ha acontecido y sabéis.
· (2 Timoteo 3:12) Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán tribulación.
Los creyentes que viven en este tiempo no están exentos de tiempos de angustia y aflicción e intensa opresión y persecución. Sin embargo, hay un tiempo específico de angustia del cual los creyentes de la Edad de la Iglesia están eximidos:”Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” (Apocalipsis 3:10).
Los creyentes están puestos para tribulación (1 Tesalonicenses 3:3), pero los creyentes no están puestos para ira (1 Tesalonicenses 5:9, la “ira” se refiere a un tiempo específico en que Dios derramará Su ira sobre la tierra). Los creyentes deben pasar por fuegos de aflicción, pero no pasarán por los fuegos de aflicción específicos que están reservados para la semana 70 de Daniel. ¿TRIBULACIÓN? SI. ¿LA TRIBULACIÓN? No.
La Asombrosa Brecha de 2000 Años.
Dios nos ha dado la más clara y completa cronología profética en la profecía de las setenta semanas del libro de Daniel (9:24-27). Estas 70 semanas comprenden 490 años de historia judía (cada “semana” es igual a 7 años). Las primeras 69 semanas (483 años) ya se han cumplido en la historia. La última semana, conocida como la semana 70 de Daniel, es un período de siete años que aún no han sucedido en la historia. Esta es conocida también como el período de los siete años de tribulación.
Después de las primeras 69 semanas el Mesías fue quitado y la Era de la Iglesia comenzó 53 días después que el Mesías fue quitado y crucificado. La semana 70 de Daniel no comenzará hasta que se realice un pacto o tratado entre el Anticristo e Israel (Daniel 9:27).
La Edad de la Iglesia comenzó el día de Pentecostés, en Hechos capítulo 2. De modo que la Edad de la Iglesia ha durado casi 2000 años. ¿Cómo podemos explicar esta asombrosa “BRECHA” entre la semana 69 y la semana 70? Es como si el reloj de Dios para Israel se hubiese detenido, esperando que vuelva a funcionar en algún tiempo futuro. ¿Qué ha estado haciendo Dios mientras tanto?
Durante estos 2000 años Dios ha estado:
Tal como la Iglesia tuvo un repentino comienzo poco después del término de la semana 69 (con la venida del Espíritu Santo el Día de Pentecostés), así también podemos esperar que la Iglesia sea removida abruptamente poco antes del comienzo de la semana 70. El modelo pretribulacional armoniza perfectamente con la profecía de las 70 semanas de Daniel, reconociendo al mismo tiempo la parentética y misteriosa naturaleza de la Edad de la Iglesia (misteriosa en el sentido de que no había sido revelada en el Antiguo Testamento). El modelo pretribulacional es el que mejor explica esta brecha de 2000 años y nos guarda de mezclar la Edad de la Iglesia con la profética historia judía.
Aquí está el modelo pretribulacional de la profecía de la semana 70 (Daniel 9) en relación a la Edad de la Iglesia. Note que la Edad de la Iglesia es completamente distinta de la semana 70 de Daniel. La Edad de la Iglesia se encuentra en la brecha entre la semana 69 y la semana 70:
Punto de vista pretribulacional.
Aquí está el modelo post- tribulacional de la profecía de la semana 70 (Daniel 9) y su relación con la Edad de la Iglesia. Note que este modelo tiene a la iglesia en la tierra durante la semana 70 de Daniel (los 7 años del período de la tribulación).
Punto de vista post- tribulacional.
Aquí tenemos el punto de vista pre-ira de la profecía de la semana 70 (Daniel 9) y su relación con la Edad de la Iglesia. Note que este modelo es muy similar al modelo post-tribulacional. La única diferencia está en que la Iglesia está en la tierra durante tres cuartas partes de la tribulación y no durante toda ella.
Punto de vista pre-ira (Rosenthal /van Kampen)
¿Cuál modelo es el que mejor se ajusta a los datos? ¿Cuál modelo explica mejor la brecha de los 2000 años? ¿Cuál es el modelo que distingue mejor las dispensaciones? ¿Cuál punto de vista mezcla erróneamente la Edad de la Iglesia con la historia judía? ¿Cuál punto de vista es el menos complicado?
Una Esperanza Consoladora.
Sin duda, la Escritura presenta el Rapto de la Iglesia como una esperanza consoladora y animadora (Juan 14:1; 1 Tes. 4:18). La gloriosa realidad que espera a aquellos creyentes que estén vivos y queden hasta la venida del Señor es que “no dormiremos” (1 Corintios 15:51). Si la Iglesia estuviera destinada a pasar por la Tribulación, estas palabras serían de poco consuelo. Los santos de la Tribulación no tienen la alegre esperanza de estar vivos hasta la venida del Señor y estar exentos de la muerte física. Perseverar en Cristo en ese día puede significar muchas veces el martirio (Apocalipsis 7:14; 13:15; 20:4).
Esto no significa que los santos de la Tribulación estarán sin consuelo. La alentadora promesa que el Señor da a los creyentes de la Tribulación es ésta: “Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor” (Apocalipsis 14:13). De modo que los santos de la Tribulación no están sin esperanza, sin embargo el consuelo que el Señor les da es de diferente naturaleza que en el presente. En la Tribulación Dios confortará a aquellos que enfrenten una muerte inminente. Ahora consuela a aquellos que esperan a un Salvador inminente: “No todos dormiremos”. “Por lo cual, animaos unos a otros con estas palabras”.
¿Poblando el Milenio?
Si el Rapto no ocurre sino al final de la Tribulación, nos enfrentamos al enorme problema de cómo será poblada la tierra milenial con personas en sus cuerpos naturales. Las Escrituras enseñan que durante el Reino Milenial habrá personas en sus cuerpos naturales. Estas personas llegarán a tener mucha edad, procrearán y tendrán hijos, muchos de los cuales nunca serán salvos (Isaías 65:20; Apocalipsis 20:7-10, etc.).
Sabemos de acuerdo con 1 Corintios 15:51-54 que cuando el Rapto tenga lugar, todos los salvos serán resucitados y que tendrán cuerpos resucitados, inmortales. También sabemos que cuando Cristo venga para establecer Su Reino, El juzgará a todos los impíos y todos los que no son salvos serán apartados en juicio (Mateo 13:40-43; 49-51; 25:41-46). Si el Rapto tuviera lugar al final de la Tribulación, entonces todos los salvos tendrán sus cuerpos resucitados y los inconversos serán quitados de la tierra. ¿Quiénes quedarán entonces para repoblar la tierra? Los post-tribulacionistas no tienen una respuesta satisfactoria para este dilema.
Para los pre-tribulacionistas esto no es problema, porque la Iglesia es recibida en el cielo siete años antes de que Cristo venga a establecer Su reino. Son los santos sobrevivientes de la Tribulación, tanto judíos como gentiles, los que entrarán al Reino en sus cuerpos naturales.
El Propósito de Dios para la Tribulación.
El propósito de los siete años de Tribulación favorece un entendimiento pre-tribulacional para el tiempo del Rapto. La semana setenta de Daniel está relacionada específicamente con el pueblo de Israel (“setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo”—Daniel 9:24). El Señor tratará de una manera especial con Su pueblo escogido de modo que estén preparados para la venida del Mesías (Jeremías 30:4-17). No hay motivo alguno por el cual la Iglesia deba estar en la tierra durante ese período especial de la historia judía. La Iglesia necesita estar en la tierra hasta que:
No hay razón por la cual todas estas cosas no puedan cumplirse antes de la semana 70 de Daniel, antes, por lo tanto, del período de siete años de la Tribulación.
El Rapto es Inminente.
La venida del Señor Jesucristo por Su Iglesia es presentada en el Nuevo Testamento como una esperanza inminente y expectante. Que la venida de Cristo es “inminente” significa simplemente que puede venir en cualquier momento. Nada necesita suceder antes de que ÉL venga. Ninguna profecía necesita cumplirse antes que Él venga. Podría ser hoy. Tal expectativa tiene abundante apoyo en el testimonio de las Escrituras:
Como lo indican los pasajes anteriores, los creyentes han de estar constantemente esperando y aguardando y anhelando Su venida y Su manifestación. Debemos desear y esperar con vehemencia la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador, el Señor Jesucristo (Tito 2:13). Es interesante que no se nos dice que esperemos que sea revelado el hombre de pecado (el anticristo). No se nos dice que esperemos a los 144000 judíos que serán sellados por Dios durante la semana 70 de Daniel. No se nos dice que esperemos que “la abominación desoladora” sea vista en Jerusalén. Se nos dice que esperemos al Señor Jesús mismo.
Ninguno de los eventos de la Tribulación sucederá antes del traslado de la Iglesia; de otro modo, el Rapto no sería inminente. Si el Rapto no tuviese lugar sino hasta en algún momento durante los últimos 3 1/2 años (como enseña el punto de vista pre-ira), esto destruiría la doctrina de la inminencia del retorno de Cristo. Sabríamos de que antes que suceda el Rapto, sería necesario que se haga el tratado con Israel al comienzo de la semana 70 de Daniel (Daniel 9:27) y la “abominación desoladora” tendría que verse en el Lugar Santo en la mitad de la semana 70 de Daniel (Mateo 24:15). Estaríamos esperando que sucedieran estas cosas, antes de que pudiéramos siquiera empezar a esperar que Cristo viniera por Su Iglesia.
¿Estaba Pablo esperando el inminente retorno de Cristo? Pablo esperaba que Cristo viniera por él, porque se consideraba parte del grupo que estaría vivo en la tierra al momento del Rapto. Note que Pablo se incluye a sí mismo al usar el pronombre personal NOSOTROS—“NOSOTROS que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron…..Luego NOSOTROS los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:15,17). Por cierto, ahora sabemos que Pablo no formaba parte del grupo de creyentes que estaría vivo al momento del Rapto. En cambio, formaba parte del grupo de los “muertos en Cristo” mencionados en el versículo 16 (que son descritos también como “los que durmieron”—versículo 15). Pero como creía en el inminente retorno de Cristo, Pablo pensaba que se encontraría entre los creyentes que estarían vivos en la tierra en el momento en que Cristo vendría por Su Iglesia.
Note que Pablo también usa el pronombre “nosotros” en 1 Corintios 15:51-52, “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento. en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptible, y NOSOTROS seremos transformados”. Note que los creyentes de la Edad de la Iglesia se dividen en dos grupos: (1) los muertos que serán resucitados y (2) los que están vivos al momento del regreso de Cristo que no dormirán (no morirán físicamente), pero que serán transformados. Pablo creía que él sería parte de este segundo grupo, aunque ahora sabemos que el formaba parte del primer grupo. Pablo, que vivió en el primer siglo, esperaba estar entre la generación de creyentes que no verían la muerte física. Cuánto más podremos tener nosotros esta bendita expectativa.
¿Esperando el Reino?
Las palabras finales de Juan en Apocalipsis son estas: “Sí, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20). ¿Por qué cerró Juan el libro de Apocalipsis con estas palabras? Juan tuvo el privilegio de tener una visión del glorioso Reino Milenial de Cristo (Apocalipsis 20). Aún durante el ministerio terrenal del Señor, Juan fue uno de los pocos escogidos que vieron al Hijo del Hombre viniendo en Su Reino mediante un avance, que les fue proporcionado en la transfiguración (Mateo 16:28-17:1-6; 1 Pedro 1:16-18). Puesto que Juan sabía tanto acerca de las glorias del Reino, ¿por qué no terminó su libro con esta oración: “VENGA TU REINO. HAZ QUE VENGA TU REINO” (compare Mateo 6:10)?
Cuando el Señor dio la oración modelo en Mateo 6:10, el Reino ciertamente estaba cerca (cf. Mateo 3:2; 4:17; 10:7); y, por cierto, la oración de los santos de la Tribulación incluirá esta petición: “VENGA TU REINO”. Pero el anciano apóstol Juan esperaba que él estaría vivo y permaneciendo hasta la venida del Señor, de acuerdo con la promesa del Señor en Juan 21:23-24: “Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?” Juan estaba esperando a Cristo, no el Reino. En vez de estar esperando el Reino, él estaba esperando al REY. Sí, ven, Señor Jesús.
Salvación, no Ira.
1 Tesalonicenses 5:9, instruye a los creyentes de la Edad de la Iglesia que “No nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”. De modo que al mirar hacia el futuro, debemos esperar SALVACIÓN y no IRA.
¿Qué quiso decir Pablo cuando hablaba de IRA y qué quiso decir cuando mencionaba SALVACIÓN?
(1) IRA. Los creyentes no están puestos para ira. Hemos sido librados de la ira venidera (ver 1 Tesalonicenses 1:10). Aunque es cierto que los creyentes han sido librados de la ira de Dios que los inconversos sufrirán eternamente en el lago de fuego, el enfoque de Pablo en 1 Tesalonicenses 5 es el “día del Señor” (versículo 3 y 3), un tiempo específico en el cual la ira de Dios se derramará sobre los moradores de la tierra. Este período de ira se describe también en Apocalipsis capítulos 6-19. También es conocido como el tiempo de mayor angustia y tribulación que el mundo jamás haya conocido (Mateo 24:21). Dios no nos ha puesto para enfrentar este tiempo de ira. En cambio estamos citados para encontrar al Señor en el aire antes de que se desencadene el
furor de Dios sobre la tierra.
(2) SALVACIÓN. La gente obtiene la salvación en el momento en que cree en el Señor Jesucristo (Hechos 16:31), pero la SALVACIÓN de la que habla Pablo en 1 Tesalonicenses 5 se refiere a la salvación final del creyente, cuando Cristo venga por nosotros para completar la gran salvación que Él empezó. De modo que, en vez de enfrentar la ira de Dios que se derrama sobre la tierra, estaremos disfrutando la consumación de nuestra tan grande salvación. ¡Qué animadora esperanza (versículo 11 y compare con 1 Tesalonicenses 4:18)!
La Remoción del Agente Represor.
En 2 Tesalonicenses 2:1-8 leemos que el hombre de pecado no será revelado hasta que “el que lo detiene” sea quitado de en medio. ¿Quién es el agente Represor, “el que lo detiene”?
En el versículo 6 Él es descrito en términos neutros: “y vosotros sabéis lo que lo detiene (lo que lo reprime), a fin de que a su debido tiempo se manifieste.” En el versículo 7 Él es descrito en términos masculinos: “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene (lo reprime), hasta que él a su vez sea quitado de en medio”.
¿Cómo puede el Agente Represor ser a la vez neutro y masculino? Esto sólo tiene sentido si el Represor es Dios el Espíritu Santo. Él es masculino porque es la bendita tercera Persona de la Trinidad. Él es neutro, porque la palabra griega para “Espíritu” (pneuma) siempre es de género neutro. Por lo cual la Biblia a veces describe al Espíritu Santo en términos masculinos (ver Juan 16:13-14 y note cuántas veces se usa el pronombre “Él”) y a veces se describe al Espíritu Santo en términos neutros (ver Romanos 8:16 “el Espíritu mismo…”)
Lo que está reprimiendo el mal hoy en día es la bendita Persona del Espíritu Santo, quien está morando de una manera única y especial en la Iglesia que es el Cuerpo de Cristo (Efesios 3:16; 1 Corintios 3:16; Juan 14:17). Cuando la Iglesia sea removida mediante el Rapto, el Espíritu de Dios será quitado de en medio. Es decir, Él ya no estará en la tierra en el sentido de morar en un cuerpo de creyentes. Tal como vino en el Día de Pentecostés de una manera especial, así Él “partirá” en el momento del Rapto (aunque obviamente seguirá obrando en los corazones de los hombres durante la Tribulación, tal como obraba en los corazones de los hombres antes de Pentecostés). La Iglesia tiene que ser removida antes de que el hombre de pecado sea revelado. El hombre de pecado será revelado cuando haga un tratado con Israel (Daniel 9:27), y ésto marcará el comienzo de la semana 70 de Daniel. De modo que la Iglesia tiene que ser removida antes de que comience la semana 70 de Daniel (antes de los 7 años de la Tribulación).
El Bosquejo de Dios del Libro de Apocalipsis.
El bosquejo que Dios ha dado del libro de Apocalipsis armoniza perfectamente con la posición pretribulacionista. El bosquejo del libro se encuentra en Apocalipsis 1:19:
“las cosas que has visto” (capítulo 1)
“las que son”(capítulos 2 y 3)
“las que han de ser después de éstas” (capítulos 4-22).
De modo que el libro se puede reseñar como sigue:
“LAS COSAS QUE HAS VISTO” Capítulo 1- La visión de Cristo
“LAS COSAS QUE SON” Capítulos 2-3—La Iglesia (7 iglesias de Asia Menor)
“LAS COSAS QUE HAN DE SER DESPUÉS DE ESTAS” Capítulos 4-19-La Tribulación (la semana 70 de Daniel)
Capítulo 20—El Reino Milenial de Cristo
Capítulos 21-22—El Cielo Nuevo y la Tierra Nueva |
Es significativo que aunque la Iglesia es mencionada repetidas veces en los capítulos 1-3, nunca es mencionada, como estando sobre la tierra, en los capítulos 4-19, que son los capítulos que tratan del período de la Tribulación. La razón es obvia: la Iglesia es removida de la tierra al cielo por medio del Rapto (Juan 14:3). De este modo la Iglesia es guardada de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra, de acuerdo a Apocalipsis 3:10.
Otro capítulo clave que trata de la Tribulación es Mateo 24. La Iglesia tampoco es mencionada en ese capítulo.
El Pasaje Pretribulacionista Clave.
El pasaje más importante que trata con el instante del Rapto es Apocalipsis 3:10, “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”.
La promesa se hizo específicamente a la iglesia de Filadelfia de Asia del primer siglo, pero los estudiantes de la profecía reconocen que este versículo fue dado a los creyentes de la Edad de la Iglesia de todos los tiempos, como incentivo para permanecer fieles al Señor en medio de tiempos difíciles. Aún más, los creyentes del primer siglo que conformaban la asamblea de Filadelfia nunca vivieron para ver el tiempo de angustia descrito en este versículo. “La hora de la prueba” de la cual habla el Señor no se cumpliría por como dos mil años, sin embargo el Señor fue fiel a Su promesa dada a los creyentes de Filadelfia, tal como es fiel a esta misma promesa con respecto a los creyentes de la Edad de la Iglesia que viven hoy en día.
Vendrá el día en que el mundo entero estará bajo juicio. Dios será el imponente Juez y todos los que vivan sobre la tierra, deberán soportar este tiempo de terrible prueba. Isaías lo describe como “destrucción ya determinada sobre toda la tierra” (Isaías 28:22). Será un tiempo de gran prueba para Israel, descrito por Jeremías como “tiempo de angustia para Jacob” (Jeremías 30:6-7). El Señor Jesús describe este tiempo como un tiempo único de aflicción que será de alcance mundial: “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá” (Mateo 24:21). Será un tiempo que incluye las terribles plagas y juicios descritos gráficamente en Apocalipsis capítulos 6-16.
La promesa del Señor es condicional: Si guardareis Mi Palabra, Yo os guardaré de la hora de la prueba. ¿Quiénes son los que guardan Su Palabra? ¿Quiénes son los que guardan Sus mandamientos? En Apocalipsis 12:7 y 14:12, leemos que son los santos (verdaderos creyentes) los que guardan la Palabra de Dios (los mandamientos de Dios). Lo mismo es válido para Juan 8:51: “De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte”. El verdadero creyente, el que tiene vida eterna y que nunca verá muerte, es el que aquí está descrito como el que guarda Sus mandamientos/Palabra.
Los creyentes no obedecen siempre la Palabra de su Maestro. Cada creyente, si es honesto, reconocerá que hay áreas en su vida en las cuales no ha sido obediente a la Palabra de Dios. Sin embargo, como Dios ve la vida del creyente en su totalidad, es una vida caracterizada por la obediencia. Es una vida caracterizada por guardar Su Palabra: “Y en esto sabemos que le conocemos, si guardamos sus mandamientos” (1 Juan 2:3). La persona cuya vida se caracteriza por la desobediencia es la persona que no conoce a Cristo para salvación (ver 1 Juan 2:4).
Los discípulos del Señor no siempre fueron totalmente obedientes a su Maestro. Pedro, por ejemplo, negó seriamente a su Señor y más tarde fue reprendido por Pablo por no caminar rectamente de acuerdo con la verdad del evangelio de la gracia (Gálatas 2:11-14). Sin embargo, cuando el Señor Jesús vio la vida de los discípulos, incluyendo a Pedro, Él hizo esta asombrosa declaración, “ellos han guardado Tu Palabra” (Juan 17:6). Aunque tenían sus faltas y a veces eran culpables de desobediencia, sus vidas en general, estaban caracterizadas por la obediencia.
Así que en Apocalipsis 3:10, los que han guardado Su Palabra son los que son santos, es decir, verdaderos creyentes. No se refiere a un grupo de “creyentes obedientes” en contraste con otros creyentes que no son obedientes. Si esta fuera el caso, sólo los “creyentes obedientes” serían “guardados de la hora” y quitados de la tierra, resultando en un rapto parcial. Pero no hay tal cosa como un rapo parcial. El Rapto incluye a todos los creyentes vivos, sin excepción.
Note que el Señor prometió a los creyentes en Apocalipsis 3:10 que ellos no solo serían guardados de la PRUEBA, que probará severamente a los habitantes de la tierra, sino que serían guardados de la HORA de la prueba. No serán guardados solo de la prueba, sino que serían guardados del TIEMPO de la prueba. “Yo también le guardaré de la hora (tiempo) de la prueba (tentación), que vendrá sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. La única manera de ser guardados de la HORA de la prueba, es ser removido de la tierra antes que esa “hora” comience.
La Segunda Guerra Mundial fue un tiempo de angustia y tribulación para gran parte del mundo. Suponga que usted hubiera vivido en la tierra antes de esa guerra y se le hubiere dado la promesa: “Usted será guardado de las aflicciones de la Segunda Guerra Mundial”. Esto significa que usted no tendría que enfrentar ninguna de las balas o bombas o batallas de esa guerra. Quizás lo hubieran localizado en un lugar del mundo que no estuviera directamente involucrado en el conflicto. Podría estar aún en el mundo, pero protegido de la guerra. Pero suponga que se le hubiese dado esta promesa: “Usted será guardado del TIEMPO de la Segunda Guerra Mundial”. Para que esto se cumpliera, no podría haber estado en la tierra durante todo el período de los años 1941 al 1945. Para estar eximido del tiempo, es estar ausente en el tiempo en que el evento tiene lugar.
La expresión “guardado de” es muy importante. No significa “preservación a través de” ni “preservación durante”, sino que significa “liberación de”. El punto de vista post-tribulacional y el punto de vista pre-ira ven al creyente permaneciendo en la tierra durante el período de la Tribulación. “Preservación a través de” correspondería a su punto de vista, porque entienden que Dios preservará a la Iglesia a través de la Tribulación o gran parte de la Tribulación. “Liberación de“ corresponde al punto de vista pre-tribulacional, porque la Iglesia no estará en la tierra durante la Tribulación, de modo que la Iglesia es liberada de los juicios y aflicciones asociados a ese tiempo. La expresión “guardado de” corresponde mejor a la idea de “liberación de”.
Literalmente significa “ser guardado fuera de” (griego, ek), “ser mantenido fuera de”. Si una persona fue mantenida fuera del ejército, significa que no fue admitida en el ejército, que fue liberada del servicio militar. Si un jugador fue mantenido fuera del juego, significa que no participó durante todo el juego. Si una señal en una propiedad dice: “MANTÉNGASE FUERA”, significa que el dueño no quiere que usted ingrese a su propiedad. Moisés fue guardado de entrar a la tierra prometida, lo que significa que no pudo entrar a la tierra de Canaán. Ser guardado de “la hora de la prueba” que vendrá sobre el mundo entero, significa que la persona no entrará siquiera a ese período. Estará liberada de ese tiempo. No estará presente en la tierra durante ese tiempo.
El apóstol Juan usa la frase “guardado de” en otro lugar. Se encuentra en Juan 17:15, “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. La voluntad del Señor para Sus creyentes del tiempo presente, no es que sean removidos de este mundo, sino que sean Sus testigos en el mundo. Estamos en el mundo, pero no somos del mundo. El punto clave de este versículo involucra la relación del creyente con el reino de Satanás, el malo. Como personas salvas, ¿estamos aún en el reino de Satanás o hemos sido liberados de ese reino? ¿Dios nos guarda fuera del dominio y del poder del malo, o estamos aún en él?
La respuesta se encuentra en Colosenses 1:13—“El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de Su amado Hijo”. Antes estábamos en el dominio del poder de las tinieblas, pero hemos sido liberados de ese dominio cuando fuimos salvos.
El apóstol Juan expone esta verdad en 1 Juan 5:18,”Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado de Dios le guarda, y el maligno no le toca”. Armonizando con la oración del Señor en Juan 17:15, los creyentes son guardados fuera del poder del maligno, para que él (Satanás) en manera alguna les toque. Ya no tiene derecho alguno sobre nosotros. Hemos sido removidos totalmente de su reino y de su dominio. Ahora pertenecemos al Hijo de Dios, quien nos amó y se entregó a Sí Mismo por nosotros. Sí, estamos en el mundo, pero somos guardados DEL maligno. Hemos sido liberados totalmente en cuanto a tener a Satanás por nuestro gobernante.
Hay otro pasaje significativo escrito por el apóstol Juan para entender Apocalipsis 3:10. Se encuentra en Juan 12:27, “Ahora está turbada mi alma, ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para eso he llegado a esta hora”. Aunque el verbo guardar no se encuentra en este versículo, es similar a Apocalipsis 3:10 en que la preposición “de” (griego, ek) es usada como también la palabra “hora”. Es claro que nuestro Señor oró para ser liberado de la hora en que Él llevaría los pecados del mundo y que sería separado de Dios el Padre: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa…..”(Lucas 22:42). Pero el Señor Jesús tiene que seguir el camino de la obediencia a la voluntad del Padre: “Mas para esto he llegado a esta hora….pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. (Juan 12:27; Lucas 22:42). El Señor Jesús no deseaba tomar la copa de la ira de Dios. Él oró que pudiera ser librado de aquella hora; pero por sobre todo, deseaba obedecer a Su Padre celestial, cualquiera fuera el costo.
CONCLUSIÓN: En Apocalipsis 3:10 el Señor prometió a sus creyentes de la Edad de la Iglesia que serían liberados de la hora de la prueba o angustia que vendría sobre el mundo entero. No prometió guardarnos a través de ese tiempo o durante ese tiempo, sino prometió guardarnos fuera de ese tiempo. Nos guardará fuera de ese tiempo al removernos de la tierra antes de la semana 70 de Daniel. Este gran suceso se describe en Juan 14:1-3 y en 1 Tesalonicenses 4:13-18 y en varios otros pasajes.
El Señor dice:
Ciertamente vengo en breve.
La Iglesia responde:
Amén, si, ven, Señor Jesús.
Apocalipsis 22:20 |
Algunas Preguntas acerca del Rapto.
1. ¿Se encuentra en la Biblia el término “rapto”?
Si y no. No se encuentra en la traducción, pero es un derivado de un verbo latino (rapere, agarrar, raptar, secuestrar) que se usó en la Biblia latina para traducir el verbo griego “arrebatar”
(harpazo) en 1 Tesalonicenses 4:17—“Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. Es muy interesante el uso del verbo “arrebatar” en el Nuevo Testamento. Estudie los siguientes versículos: Hechos 8:39, 2 Corintios 12: 2,4; Apocalipsis 12:5; Juan 10:28-29, etc.
2. ¿Ha sucedido alguna vez en la historia un evento semejante al rapto?
Si, en varias ocasiones. Enoc fue llevado repentinamente de la tierra por Dios. Dios le llevó (Génesis 5:21-24). Elías subió al cielo en un torbellino (2 Reyes 2:11). Felipe fue arrebatado (fue trasladado súbitamente) a otro lugar (Hechos 8:39). Pablo fue arrebatado al tercer cielo (2 Corintios 12:2,4). El Señor Jesús fue arrebatado al cielo en la ascensión (Apocalipsis 12:5). Pero que toda una generación de creyentes sea súbitamente removida de la tierra al cielo sin ver muerte física, es un evento sin precedentes en la historia del mundo (compare 1 Corintios 15:51).
3. ¿A qué se refiere la gente cuando habla de un “rapto secreto”?
Este es el término común que emplean los hombres que niegan el Rapto Pre-tribulacional de la Iglesia. ¿En qué sentido es secreto el rapto? En 1 Corintios 15:51 la verdad relativa al Rapto es llamada un “misterio”. Esto significa que es una verdad no revelada a los hombres en edades previas. Moisés, David, Isaías y Juan el Bautista nada sabían del Rapto de la Iglesia. Era un secreto o misterio que no había sido revelado aún. Sin embargo, en el Nuevo Testamento, un misterio es algo que había estado escondido, pero que ahora era revelado. Dios lo ha dado a conocer a Sus santos y ya no es un secreto. Pablo dijo, “Os digo un misterio”. Si él nos lo dijo, ya no está escondido. Ha sido claramente revelado a aquellos que tienen ojos para ver y oídos para escuchar.
El Rapto es también un evento secreto en el sentido de que ocurrirá súbitamente y no será anunciado al mundo. No habrá alarma previa. Tendrá lugar en el tiempo determinado por Dios y tomará al mundo por sorpresa. Habrá sucedido antes que el mundo se de cuenta que ha ocurrido.
4. ¿El Rapto será un “rapto silencioso”?
Cuando Cristo llame a Su Iglesia hacia Él, habrá voces y sonidos. “En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (1 Corintios 15:52). “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16).
Pero no se revela en las Escrituras si los inconversos escucharán algo de estos sonidos. El hecho sucederá tan súbitamente y tendrá lugar tan rápidamente, que es probable que lo único que los inconversos notarán sea la repentina desaparición de aquellos que son creyentes. Así fue en el caso de Enoc. Estaba allí y, repentinamente “desapareció, porque le llevó Dios” (Génesis 5:24).
5. ¿Cuán rápidamente sucederá el Rapto?
Esto se responde en 1 Corintios 15:52, “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos”. La palabra “momento” es interesante. Es la palabra griega “átomo”. La palabra átomo significa “no partido, no puede partirlo más”. Suponga que usted tuviera que partir un pastel en pedazos cada vez más pequeños. Si tuviera un cuchillo lo suficientemente afilado (es decir, con una hoja muy delgada), podría seguir cortando hasta el punto en que ya no podría cortar pedazos más pequeños. Llamamos a esto un “átomo”. (Sin embargo, sabemos ahora que aún los átomos pueden ser divididos en partículas aún más pequeñas).
La palabra “átomo” se usa también respecto al tiempo. Podemos dividir el tiempo en años y en días y en horas y en minutos y en segundos. Un “átomo de tiempo” es la medida de tiempo más pequeña (cuando ya no puede seguir dividiéndolo). Lo llamaríamos también una “fracción de segundo”. ¿Cuán rápidamente sucederá el Rapto? En una fracción de segundo, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos. Si los inconversos pestañean, se lo perderán.
6. Cuando tenga lugar el Rapto, ¿en qué orden sucederán los eventos?
Esto se responde en 1 Tesalonicenses 4:13-18.
PRIMERO, Dios (en la Persona de Cristo) descenderá del cielo y traerá consigo las almas de “los que durmieron en Jesús”, esto es los que murieron en Cristo (ver versículos 16 y 14).
SEGUNDO, aquellos que murieron en Cristo resucitarán primero (V.16). Sus cuerpos serán levantados de las tumbas.
TERCERO, aquellos creyentes que estén vivos y hayan quedado hasta la venida de Cristo, serán arrebatados o raptados. De modo que los que murieron en Cristo y los que estén vivos cuando Cristo vuelva, juntamente se encontrarán con el Señor en el aire, y estarán con Él para siempre (v.17 y ver Juan 14:3).
7. ¿Cuándo fue revelado el Rapto por primera vez?
El Rapto no fue revelado hasta que el Señor dijo las palabras “Os tomaré a mí mismo” que se encuentran en Juan 14:1-3, la noche antes de que Él muriera en la cruz. No cometa el error de buscar el Rapto en Mateo capítulo 24. La mención de Su venida en Mateo capítulo 24, se refiere a Su venida a la tierra después de la Tribulación.
8. ¿Qué hay de aquellos que ponen fecha al Rapto?
Edgar Whisenant escribió un libro titulado, 88 Razones por las cuales el Rapto podría ser en 1988. Por supuesto, el Señor no vino en 1988, de modo que podría escribirse un nuevo libro: 89 Razones por las cuales el Rapto podría ser en 1989. Alguien supuso que la razón adicional del nuevo libro podría ser esta: “Razón #89—Porque no vino en 1988.”
Muchos otros han tratado imprudentemente de poner fechas. Cuan poco sabio es tratar de anunciar lo que Dios no ha querido revelar. Dios no nos ha dicho cuando será el tiempo. Quiere que estemos siempre preparados.
9. ¿Qué será de los infantes en el momento del Rapto?
El libro de gran venta Dejados Atrás y la película del mismo nombre, relatan que todos los infantes y niños pequeños serán removidos y raptados de la tierra, incluso los infantes y niños de los inconversos. Las madres corren gritando desesperadas, “¿donde está mi bebé?” etc. Pero, ¿es esto lo que la Biblia enseña?
El Rapto es cuando Cristo viene a remover (“arrebatar”-1 Tesalonicenses 4:16-17) a la iglesia (todos los verdaderos creyentes) de la tierra. Vendrá a recibir a Su esposa y la llevará al cielo. De modo que el Rapto es para los que están “en Cristo”, los que forman parte del cuerpo y de la esposa de Cristo.
Los infantes no son salvos y no están en Cristo; no forman parte de la Iglesia. Estaría mal señalar a un infante vivo y decir, “este bebé es salvo y tiene vida eterna y sus pecados han sido perdonados”. Por el contrario, todo bebé ha nacido en pecado y todo infante tiene una naturaleza pecaminosa (Romanos 5:12; Salmo 51:5; Job 14:4; Salmo 58:3). Los bebés no son salvos y no tienen vida eterna. Si esto fuera cierto, ¿significaría que cuando crecen se vuelven inconversos y pierden su salvación? Bíblicamente esto sería absurdo. También sería absurdo decir que todos los niños inconversos alrededor del mundo que crecen en hogares hindúes, musulmanes o budistas son parte de la iglesia que es en Cristo.
Tenga presente que un infante que tenga un año de edad en el momento del rapto, tendrá aproximadamente 8 años cuando Cristo regrese a esta tierra a gobernar y reinar, y tendrá por tanto edad suficiente para hacer una decisión responsable a favor o en contra de Cristo en ese tiempo o aún antes de ese momento.
Si Cristo llevará a los infantes que pertenecen a padres creyentes, no es revelado en las Escrituras, aunque parece razonable suponer que Dios llevará a esos infantes en vez de dejarlos sin padres e indefensos. Una cosa sabemos con certeza y es que Dios hará lo que es justo (Génesis 18:25; Romanos 9:14). Dios está ciertamente más preocupado por todo infante y niño (salvado o inconverso) que nosotros.
¿Qué concepto de Dios transmiten el libro y la película Dejados Atrás al mundo, cuando madres inconversas andan alrededor con pánico gritando, “Dónde está mi bebé”? Hace aparecer a Dios como un secuestrador. Esto da a hombres, reformados y a otros, tanto más razón para burlarse de nuestra ”teoría del rapto secreto” (como ellos lo llaman).
Es importante darse cuenta que el punto en discusión no es lo que sucede a los infantes que mueren. Aunque no es nuestro propósito defender aquí la doctrina de la salvación de infantes, sin embargo creemos, basados en las Escrituras, que ellos estarán SALVOS EN LOS BRAZOS DE JESÚS. El asunto es éste: ¿Qué sucederá con los infantes que están vivos en el momento del rapto? Esta es una pregunta muy distinta.
El libro Dejados Atrás es un libro de ficción basado en profecía, pero que enseña doctrina. Una de las doctrinas muy cuestionables que enseña es que en el momento del rapto, las madres embarazadas se volverán repentinamente des-embarazadas (esto es que los bebés no nacidos serán llevados en el rapto, dejando a las madres inconversas con algunos kilogramos menos). Un rapto de embriones. Lo siguiente se encuentra en el libro Dejados Atrás:
Lo más chocante para Raimundo fue una mujer en estado de embarazo que estaba por entrar a la sala de parto, que súbitamente quedó sin nada. Los médicos dieron a luz a la placenta. Su marido había captado la desaparición del feto en video. Mientras filmaba el gran abdomen y la cara sudorosa de ella, él iba preguntando cosas ¿Cómo se sentía?--¿Earl, cómo crees que me siento? Apaga esa cosa. ¿Qué esperaba ella?—Que te acerques lo suficiente a mí para pegarte. ¿Se daba cuenta ella que serían padres en pocos momentos?—Vas a estar divorciado en un minuto.
Entonces vino el aullido y la caída de la cámara, las voces aterradas, las enfermeras que corrían y el médico. La cadena de noticias CNN retransmitía la filmación en cámara muy lenta, mostrando a la mujer que pasaba de estar muy embarazada a quedar con el abdomen casi liso, como si hubiera dado a luz instantáneamente. “Ahora, vuelvan a mirar con nosotros”, entonaba el locutor, “y mantengan los ojos en el borde izquierdo de la pantalla, donde hay una enfermera que parece leer un impreso del monitor del corazón del feto. Ahí, ¿ven?” La acción se paraba al desinflarse el abdomen de la mujer embarazada. “El uniforme de la enfermera parece estar aún en pie como si una persona invisible lo tuviera puesto. Ella desapareció. Medio segundo después, miren.” La cinta seguía adelante y se detenía. “El uniforme, las medias y todo, están en una pila encima de sus zapatos”.
De acuerdo a esta enseñanza, después del rapto habrá un período de nueve meses en que no nacerá ningún bebé en ninguna parte del mundo (con la excepción de algunos bebés concebidos después del rapto y que podrían nacer prematuramente). Las maternidades en los hospitales estarán vacías por meses. Mas adelante en el libro hay una discusión entre Rayford y su asistente de vuelo, Hattie, acerca de la hermana de Hattie que está sin trabajo, porque ella trabajaba en una clínica abortiva, y ahora simplemente no se producen abortos. En resumen, la película y el libro enseñan que en el momento del rapto, todos los infantes de la tierra son raptados y llevados al cielo, incluso los niños no nacidos.
La tribulación es un período de tiempo en que la ira de Dios será revelada. Será el más severo período de juicios que el mundo jamás haya visto. Será similar a las plagas que cayeron sobre Egipto, solo que a escala mundial y más severas. Será de ayuda recordar otras ocasiones a través de la historia cuando se ejecutaron juicios de Dios, para ver lo que sucedió a los infantes.
¿Es impensable que Dios exponga a infantes indefensos a un terrible tiempo de juicio? ¿Qué de todos los infantes en la tierra en el tiempo del gran diluvio del Génesis? ¿Fueron todos reunidos y llevados al arca? ¿Qué de los bebés de Jericó? ¿Fueron ellos librados sobrenaturalmente? ¿Qué de los niños del reino de Basán y los niños del reino de Hesbón (ver Deuteronomio 3:6)? En Egipto, los primogénitos de todo hogar fueron muertos, desde el palacio de Faraón hasta abajo. En Belén, Dios permitió que los bebés fuesen muertos por causa de la celosa furia de Herodes (Mateo 2).
En la Escrituras y en la vida, los hijos muchas veces sufren las consecuencias de la incredulidad de sus padres. ¿Habrá un vuelco a este principio en el Rapto? Madres inconversas caminando alrededor diciendo, ¿“Dónde está mi bebé”? elimina uno de los horrores de ese tiempo de juicio—teniendo a sus hijos sufriendo con usted a través de ese período. Socava una razón importante para ser salvo—es decir por causa de los niños y otros miembros familiares (Hechos 16:31); 2:39; 1 Corintios 7:14; etc.) ¿No era uno de los peores tormentos del hombre rico en el infierno (Hades) el hecho que sus hermanos se le unirían (ver Lucas 16:27-31)? Una de las grandes razones para ser salvos es por causa de la familia y los amigos que podemos influenciar, que ellos puedan ser salvos de esta perversa generación. Cornelio puede ser un ejemplo para todos nosotros, que reunió a sus familiares y amistades para escuchar el evangelio (Hechos 10:24).
¿Por qué Dios libraría a infantes y no nacidos de los inconversos antes de la primera mitad de la tribulación, que es más leve, y tener a otros infantes sufriendo la segunda mitad que es mucho más severa (Lucas 21:23)? ¿Por qué permitiría Dios que mujeres embarazadas fuesen desgarradas durante otros juicios históricos y hacer cosas extraordinarias para evitarlo en este último (2 Reyes 8:12; 2 Reyes 15:16; Oseas 13:16; Amos 1:13; Isaías 13:15-18)? Vea también en Deuteronomio 28:54-56 y Lamentaciones 2:20 otros ejemplos de niños sufriendo (siendo literalmente devorados) durante juicios históricos.
El hecho que la gente experimente juicios históricos no significa automáticamente que hayan sido condenados. La clásica refutación a ésto es Moisés. El cayó bajo un juicio histórico que involucraba muerte, pero ciertamente era un hombre salvo (Hebreos 11:24-26; Mateo 17:3-4). ¿Creeremos que todos los infantes que se ahogaron en el diluvio están en el infierno porque experimentaron un juicio histórico? Ciertamente que no.
Aquellos que abogan que todos los bebés a través del mundo serán raptados estarán razonando del siguiente modo: Puesto que la salvación de los infantes es cierta, entonces el rapto de los infantes también tiene que ser cierto. El rapto de los infantes de los inconversos es una osada extrapolación que no tiene fundamento bíblico y parece ser una injustificada estratagema sensacionalista para crear un efecto dramático en un libro o película. El verdadero horror no son los bebés que desaparecen, sino los que quedan para crecer en esos terribles tiempos. ”Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!” (Mateo 24:19).
Considere el mensaje que nuestro Señor dio a las mujeres de Jerusalén que lo lloraban en Su camino a la cruz.”Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron. Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. (Compare Oseas 10:8 y Apocalipsis 6:16). Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?” (Lucas 23:28-31). Si lo que Dios ha hecho en el pasado es un indicio de lo que Él hará en el último juicio histórico, entonces este pasaje tiene un gran significado. Los niños sufrieron muchísimo en la destrucción de Jerusalén en el año 70 AC, que es un prototipo del último gran juicio.
“Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo” (Lucas 21:23). Este pasaje es significativo porque Lucas parece conectar los sufrimientos de 70 AC con los eventos de los tiempos finales en el futuro, cuando Cristo regrese. La futura tribulación será un tiempo de especial sufrimiento para las que estén encintas y para las que críen niños pequeños.
Se hace un paralelo entre de los días de Noé y los días antes del regreso de Cristo a la tierra (Lucas 17.26; Mateo 24-36 ss.) Ciertamente, los bebés de los inconversos no escaparon el terrible juicio que vino sobre todo el mundo (los fetos tampoco escaparon). Todos se ahogaron. No estoy haciendo comentarios acerca del destino eterno de algunos de esos niños, pero por cierto que ellos experimentan los juicios históricos de esta vida. ¿Por qué habrían de ser distintos los juicios de la tribulación de aquellos del pasado?
Mucho más a tono con las enseñanzas bíblicas es sugerir que los hijos de los inconversos en el tiempo del rapto entrarán en la tribulación con sus padres y que enfrentarán con sus padres todo lo que aquellos terribles días traigan. Si algún infante ha de sufrir la muerte física durante los horrores de la tribulación, Dios cuidará de esa persona de acuerdo a Su abundante misericordia y la obra de Cristo en la cruz. Los beneficios de la obra de Cristo en la cruz (justificación, etc.) son aplicados a esta persona al momento de su muerte, y no antes.
10. Si una Persona rechaza a Cristo antes del Rapto, ¿puede ser salva después del Rapto?
Hay quienes enseñan que aquellos que no son salvos antes del Rapto, no tienen esperanza de ser salvos después del Rapto. Este punto de vista se basa en un entendimiento erróneo de 2 Tesalonicenses 2:10-12: “y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia”. Entienden que este pasaje significa que si una persona rechaza la verdad antes del Rapto, será engañada y será incapaz de creer después del Rapto. ¿Quienes serán salvos entonces durante la Tribulación? Enseñan que solamente aquellos que nunca escucharon el evangelio antes del Rapto podrán ser salvos durante la Tribulación.
¿Qué es lo que el pasaje enseña realmente? Estos versículos de 2 Tesalonicenses 2:10-12 no hablan acerca de las personas que rechazan la verdad antes del Rapto. Se refieren a las personas que rechazan la verdad durante la Tribulación. Estas son personas que con premeditación deciden seguir al hombre del diablo (ver el contexto de 2 Tesalonicenses 2:3,9). Estas son personas que rechazan la verdad y reciben la MENTIRA de que el hombre de pecado debe ser honrado y adorado como Dios. Estos son aquellos que deliberadamente escogen aceptar la marca de la bestia y adoran a este hombre maligno. De acuerdo a Apocalipsis 14:9-11, los que aceptan la marca no pueden ser salvos. Su destino es el infierno. Por lo cual, durante la tribulación, los que voluntariosamente se identifican con el hombre del diablo están sentenciados y condenados (2 Tesalonicenses 2:12). En aquel día el asunto será muy claro: adorar a Dios (Apocalipsis 14:6-7) o adorar al hombre del diablo (Apocalipsis 14:9-14). La elección que se haga, determinará el destino eterno.
Si una persona rehúsa creer en Cristo antes del Rapto, aún tiene esperanza de que confíe en Cristo después del Rapto. Su rechazo anterior no ha sido final ni fatal. Dios aún extenderá su gracia hacia el hombre durante la Tribulación. Sin embargo, siempre es peligroso rechazar la verdad, no importa cuando usted viva. El tiempo para ser salvo es hoy, no mañana. Si una persona rehúsa ser salva hoy, ¿qué garantía tiene de que quiera ser salva en el futuro?
Si una persona se niega a creer en Cristo hoy, cuando es fácil (para muchos, poca o ninguna persecución), por qué esta persona estaría dispuesta a confiar en Cristo mañana, cuando será muy difícil (gran persecución para creyentes durante la Tribulación). Los que desestiman el evangelio hoy, están en gran peligro de desestimar el evangelio mañana. La persona que rechaza el evangelio antes del Rapto, puede muy bien ser una de las que adorarán al hombre de pecado durante la Tribulación. Los que son incrédulos hoy, serán probablemente incrédulos mañana.
Ciertamente, Dios puede salvar a una persona que en un tiempo ha rechazado enfáticamente la verdad. Recuerde a Saulo de Tarso. Recuerde como usted mismo rechazaba la verdad antes de ser salvo. Durante la Tribulación, Dios está dispuesto a salvar a todos los que se vuelvan a Él. Lo mismo es válido hoy: “por lo cual puede salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (Hebreos 7:25).
El momento para creer es ahora. “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:2). Nunca es bueno aplazar esa decisión. El momento para ser salvo es ahora, antes del Rapto.
Isaías advirtió la responsabilidad del hombre de cualquier dispensación:”Buscad al Señor mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:6-7).
EL RAPTO |
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Palabras Consoladoras |
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La Necesidad de una Fe Personal |
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Podemos tomar a Cristo por Su Palabra |
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La Promesa de Su Venida |
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El Notable Traslado desde la Tierra |
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Presentes con el Señor para Siempre |
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